Birdman arrasa en los Premios Oscar 2015
La cinta de Iñarritu sí ha gustado en Estados Unidos
Eddie Redmayne Y Julianne Moore se llevan los mejores actores
Neil Patrick Harris presentó una gala ágil y muy divertida
Unas elecciones controvertidas y unos Premios Oscar que levantarán tantas pasiones como odios es lo que se ha podido ver esta madrugada en la gala que ha tenido lugar en el Teatro Dolby de Los Ángeles. Contra todo pronóstico la cinta de Alejandro González Iñarritu, Birdman, se ha alzado con los premios más importantes desbancando a la favorita, Boyhood, el experimento cinematográfico de Richard Linklater.
El Gran Hotel Budapest de Wes Anderson ha vencido, como cabía esperar, en las categorías técnicas y se ha reconocido el valor de una cinta casi artesana. Eso sí, entre los intérpretes ha habido pocas sorpresas. El mejor actor principal ha sido Eddie Redmayne, por el biopic de Stephen Hawking La Teoría del Todo y la Alice de Siempre Alice le ha dado la alegría final a Julianne Moore, quien se llevaba de calle la estatuilla a mejor actriz enfundada en un vestido de alta costura de Chanel diseñado por ella misma. Entre los secundarios tampoco ha habido sorpresas y Patricia Arquette se llevaba el premio por ser la madre de Boyhood a lo largo de doce años reales y JK Simmons se alzaba con el galardón a mejor secundario por la sorpresa indie del año, Whiplash.
El presentador de la gala, que se ha alargado algo menos de cuatro horas de la noche, Neil Patrick Harris ha estado más que a la altura. Quizá no con la soltura de su predecesora Ellen Degeneres pero haciendo gala de aptitudes vocales, de canto y de entertainer que ningún otro hubiera conseguido. Ha empezado cantando en un tributo a todas las grandes comedias musicales del Hollywood clásico junto a Jack Black y a Anna Kendrick. A partir de ahí el ritmo sobre el escenario se vuelve frenético y no son pocas las estrellas que pasan a entregar algún galrdón o a presentar actuaciones.
Scarlett Johansson es la encargada de introducir el tributo musical de Lady Gaga a Sonrisas y Lágrimas, película que el próximo mes de marzo cumplirá 50 años. Gwyneth Paltrow, Lupita Nyong’o, Jared Leto e incluso Eddie Murphy se convierten en entregadores y presentadores de excepción. Idina Menzel entrega el Oscar a la mejor canción y, oh, sorpresa, la acompaña sobre el escenario John Travolta (quien el año pasado fue incapaz de decir bien su nombre unas cuantas veces al premiarla por el Let it Go de Frozen) para hacer entrega del galardón, que se lleva a casa John Legend por el tema central de Selma.
Una noche con todo un desfile de guapos y elecciones más que controvertidas que harán que los Oscars 2015 sean seguramente de lo más cuestionado y discutidos a excepción, claro está, de las categorías actorales donde todo estaba decidido desde hacía tiempo sin ningún ápice de duda. Neil Patrick Harris ha estado a la altura y se ha atrevido, incluso, a aparecer sobre el escenario en calzoncillos para imitar la escena más recordada de Birdman, pero no ha conseguido aquel golpe de efecto que supuso el selfi del año pasado en el cual había más estrellas que en el cielo rodeando a Ellen Degeneres y que supuso la mejor campaña de publicidad para una compañía de telefonía móvil.
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