Pippi Calzaslargas, censurada por racista
La televisión sueca decide cortar algunas escenas de la famosa serie
¡Ay que van a pasarle la tijera a Pippi Langstrump! ¡Ay qué disgusto! No le van a cortar las coletas, pero le van a cortar la lengua. En sentido metafórico, claro, pero ya no será la misma simpática niña deslenguada y extrovertida.
En muchos países de Europa, entre ellos España, generaciones de niños crecieron viendo en la tele las aventuras de la pequeña y gran Pippi Langstrump, de su caballo (Pequeño Tío), de su mono (el Señor Nisson) y de sus dos mejores y únicos amigos: Tommy y Annika. Una serie de televisión sueca con un encanto natural indudable, pero sin caer en las cursilerías de Heidi.
La serie es de los años 70 y está basada en los libros de la escritora Astrid Lindgren. Desde entonces, sus capítulos se han emitido miles de veces en cadenas de todo el mundo. En España, por ejemplo, se conoce a esta serie por el nombre de Pippi Calzaslargas, por el gran tamaño de su calzado.
Ahora, cuatro décadas después de su creación, la televisión pública sueca (SVT) quiere que Pippi sea más correcta y para ello se ha adentrado en la misión de censurar a este simpático personaje. "Vemos que nuestro target es el público infantil y creemos que puede ser interpretado como hiriente o despreciativo para los niños que vean y escuchen esto", ha dicho en un comunicado Paulette Rosas Hott, una de las ejecutivas de la cadena sueca SVT.
En la cadena consideran que en la serie existen algunos comentarios y escenas que, si bien en la década de los 70 se percibían como algo normal, ahora pueden resultar hirientes hacia ciertas personas.
Por ejemplo, Pippi -huérfana- es adoptada por un pirata (rey de los congoleses) que la trata como a una reina y la colma de dinero, pero que debe pasar mucho tiempo en el mar… con lo que ella vive sola. Ella siempre se refiere, de manera cariñosa, a su padre adoptivo como "el rey negro". A partir de ahora, lo llamará "el rey". También se eliminarán las imitaciones a personas de otras razas que hace la niña protagonista; para fingir que es una china, se pone las manos en el lateral de la cabeza y se estira la piel de la cara hasta que sus ojos se achinan…
Este tipo de "censura" deberá sufrir la archiconocida serie sueca en su propio país ya que la cadena SVT quiere volver a reemitir la serie durante estas Navidades.
Quedará un poco desnaturalizada, quienes hemos visto cómo es Pippi Langstrump sabemos de su bondad, pero si la censura es en pro de erradicar comportamientos racistas en los niños y que entiendan que todos debemos ser tratados por igual: ¡apoyamos estos cambios!
Eso sí, la música de la cabecera… que ni se les ocurra tocarla. ¡Es ya un mito de la televisión!