Siete pruebas de que te has hecho mayor
¿Dónde habrá quedado eso de soplar los cartuchos de los videojuegos para que volviesen a funcionar?
Seguro que algunos ni os acordáis que en un pasado, no muy lejano, arreglábamos los videojuegos con un simple soplido a los cartuchos. Pero no solo se queda ahí este remember y, aunque muchos nos quieran llamar viejunos por haber hecho alguna de estas cosas, que sepan que no ha pasado tanto tiempo desde que salimos del cascarón.
Móviles y sus mil piezas
Seguro que a vosotros os ha pasado a día de hoy pero no habíais tenido tanta suerte como nosotros en el momento. ¿Se os ha caído el móvil al suelo o por la ventana alguna vez?. No es una leyenda urbana que los primeros al caer se desmontaban en un montón de piezas, sin embargo, al colocarlas en orden (SIM, batería, tapa, teclado...) volvían a estar como nuevos y, rara vez la pantalla se hacía añicos. Mucho tiene que envidiar de esto el carísimo iPhone...
Cintas y bolis
El iPod, el Walkman o el MP3 son productos de lo más recientes. Si querías escuchar música hasta mediados de los 90 se utilizaban cintas magnéticas que había que rebobinar. ¿Os acordáis de coger bolis para que los casettes volviesen a sonar desde el principio?
Internet y su vertiginosa velocidad
Todavía en los 90, el sonido infernal del Modem y la trepidante velocidad de 56 kbps. Ya os podéis imaginar la corta espera que debíamos hacer (con mucha paciencia) para poder descargar una fotografía, ¿verdad?
Las perdidas
En la época de Pedro Picapiedra, ironia Mode On, había dos formas de comunicarse a través del móvil: los mensajes de texto, SMS, y las llamadas. Para evitar el gasto, hace 15 años, se hacían perdidas o daban toques llamando al destinatario y esperando a que sonara el primer tono. El WhatsApp, Facebook, Messenger, entre otros, ya vinieron con el moderneo.
Un soplido y como nuevo
Los fallos en los cartuchos de videojuegos era algo muy normal pero, para arreglarlos, no hacía falta esperar un mes o más para tenerlos otra vez en funcionamiento. Realmente, con un soplido para quitarle todo el polvillo que se había colado en su interior.
Baterías a tope
Tanto wassapeo, tuiteo y facebookeo hace que las baterías de nuestros smartphones duren un susto. Los primeros móviles, pese a que no tenían una inteligencia artificial tan desarrollada como los actuales, aguantaban cargados incluso días. Actualmente se han lanzado al mercado hasta baterías portátiles para los que no pueden llevar el cargador normal encima a todas partes.
El poder del arroz
Te levantas de la mesa mientras estás comiendo en casa para ir al baño y el kharma te castiga, ¿cómo?, pues precipitando tu smartphone al W.C. mientras chateas o juegas intensamente. El móvil, a fábrica, y otra vez a esperar varias semanas a que el móvil vuelva a tu poder. Eso sí, sin fotos, vídeos ni todo lo que tuvieras en la memoria interna. Todavía más de uno se salva como los primeros, si lo dejáis en un plato con arroz secando puede que vuelva a funcionar... O no.
Desde los40.com queremos saber tu opinión, ¿también te has sentido un viejuno leyendo este TOP?