El Pescao: “No me entra el mate pero sí el dulce de leche”
David Otero nos cuenta cómo ha sido la experiencia de vivir un año en Argentina
El Pescao está embarcado en un nuevo proyecto. Se ha desmarcado de las grandes compañías y ha optado por la autogestión. Su objetivo es hacer partícipe de todo lo que va sucediendo a sus seguidores hasta el punto de darles un margen de decisión. Todas estas ideas las ha madurado en Argentina donde ha estado viviendo el último año. Un país que conoce bien, su mujer es de allí, y del que ha descubierto nuevas cosas en este último viaje. Un viaje que ha aprovechado al máximo, incluso ha aumentado la familia con el pequeño Gael. David nos ha contado cómo ha sido su experiencia de emigrante.
¿Qué motivó tu marcha a Argentina?
Lo que más me motivó es darle un cambio radical a mi vida.
¿No te gustaba cómo era?
Me encantaba y, precisamente, porque me sentía muy cómodo quería volver a sentir las cosas incómodas de la vida. Me podía haber quedado comodísimo en mi casa un año componiendo tumbado en el sofá pero me parecía que era muy joven para quedarme tan cómodo. Siendo joven y con ganas y con actitud de hacer cosas distintas tienes que llevar tu vida a experimentar eso.
¿Te costó tomar la decisión? Tienes una niña pequeña y había que sacarla de su entorno.
Para nada. Sobre todo porque Buenos Aires es una ciudad que para nuestra familia es como una segunda casa. Mi hija había nacido allí, habíamos vivido allí, conocíamos el barrio donde íbamos a vivir, la zona, la casa, teníamos a los abuelos al lado…
Pero está el cole…
Los hijos son lo más importante a la hora de moverte
Lo bueno es que mi hija va a un colegio internacional, francés, y la puedes mover a cualquier lado del mundo y sigue el mismo plan de estudios. Al final los hijos son lo más importante a la hora de moverte y para Luna ha sido la que más ha disfrutado esta experiencia.
¿Qué te ha aportado este viaje?
Cuando notas cómo un país como Argentina se ríe de nuestra crisis te acabas contagiando
Me ha aportado muchas cosas, aparte de hacer muchas amistades y conocer mucha gente nueva. He formado una banda nueva para cuando vaya a tocar a Argentina. He conocido un país desde dentro, bien a fondo. Argentina es un país que tiene cosas increíbles pero también tiene mucha pobreza. Yo tampoco vivía en una zona pobre que digamos, pero vives en un país que es precioso, pero que tiene una forma de ver la vida que se ríen de nuestra crisis. Cuando notas que en un país como este se ríe de nuestra crisis durante tanto tiempo al final te acabas riendo también un poco de ella, te acabas contagiando.
¿Recuerdas tu primer viaje a Argentina?
Recuerdo perfectamente la primera vez que llegué a Buenos Aires, tenía 10 años. Fuimos toda la familia, mis padres, mis hermanos. Mi padre viajaba en navidades a Argentina por trabajo y nos fuimos todos con él. Lo primero que me impactó es que venía del frío y pasé al calor. Nos pasamos todas las navidades en la piscina de un hotel dando paseos por Buenos Aires, visitando los centros comerciales. Era una época en la que Buenos Aires vivía una explosión económica y yo aluciné con aquella ciudad, me llamó mucho la atención. Y un detalle muy curioso es que coincidimos en el mismo hotel con los Maná y bajamos con ellos juntos en un ascensor y yo me acuerdo de mirarlos y decir – Uah, estos tíos son rockeros. Luego me dijeron que eran Maná, que iban a tocar en Buenos Aires ese día y tengo como flashes. También recuerdo que era muy verde, muy verde, me impactó mucho lo verde que era.
Empezamos con los tópicos, ¿alguna vez has bailado un tango?
No, de hecho fuimos a La Boca con mis padres a dar una vuelta y sacaron a mi madre a bailar y yo no quise. No me siento cómodo.
¿Has visitado algún psicólogo argentino?
No, fui al psicólogo argentino cuando estuve por primera vez en Buenos Aires. Era como, bueno, sin análisis, vamos a ver qué es esto. Y me gustó, me parece muy bonito.
Fui a un psicólogo argentino la primera vez que fui a Buenos Aires
¿Te ayudó en algo?
Yo lo hice como un proceso creativo, quería analizar un poco lo que escribía en las canciones y de qué quería hablar y en ese momento sí que me gustó.
¿Te has aficionado al mate?
No, no, no acabo de entrar en el mundo mate.
Y, ¿al dulce de leche?
Al dulce de leche, sí, pero me tengo que cuidar porque soy muy goloso y en cuanto empiezo a comer…soy muy goloso, trato de mantenerlo al margen.
Porque con la gastronomía argentina, ¿bien?
Muchos creen que los argentinos son sólo descendientes de españoles y de italianos y, no, hay mucho más. Hay una parte alemana al sur, hay una parte de Euroasia, mucho descendiente de turco, de libanés, también de Centroeuropa. Es una mezcla brutal. Hay mucha gente que viene de la antigua unión soviética, hay muchísima, muchísima mezcla. Entonces la cocina es una gran mezcla cultural. Predomina la italiana sobre las demás.
¿Has aprendido a hacer algún plato típico?
No, lo he intentado pero, no. Mi mujer es la que cocina bien en casa.
¿A qué dedicabas tu tiempo libre?
Casi no tenía tiempo libre porque me pasaba todo el día en el estudio. Soy un loco de los horarios y de ir todos los días. Pero, iba a jugar al fútbol, yo soy del Boca. Nos hemos dado algún paseíto a Uruguay, que es un país que a mí me fascina, me vuelve loco Uruguay. Hay un sitio que se llama Colonia, en Uruguay, que es muy chulo, nos pasamos allí 20 días, me llevé la guitarra, el ordenador para seguir componiendo. También fui a otro sitio, un poco más al norte, que se llama Punta del Diablo, que también es precioso. Hay muchos sitios muy chulos, Uruguay es espectacular.
Vivir en el centro de una ciudad me ha recordado a cuando tenía 24 años
¿Qué es lo que más echas de menos?
El hecho de vivir en el centro de una ciudad me ha gustado mucho, me ha recordado a cuando tenía 24 años.
Te veo mudándote al centro de Madrid.
No, tenemos nuestra casa, afortunadamente con la hipoteca pagada y eso hoy en día es un tesoro. Así que, ya no me muevo ni loco, pero echo de menos por ejemplo que Buenos Aires es una meseta, es plano, plano, e ir en bici es una pasada y aquí, en Madrid, es todo cuesta arriba, cuesta abajo y la bici es más jodido. Eso lo hecho mucho de menos. Y el hecho de vivir en el centro y salir paseando a cualquier restaurante y poder elegir entre varios en la misma manzana, me mola. Ahora, aquí, en Madrid, coges el coche y tienes que decidir antes a dónde vas, no puedes ir paseando y ver dónde te metes.
ARGENTINA EN FOTOS
Un año en Argentina da mucho de sí y David podría pasarse horas hablando de todo lo que ha vivido allí durante el último año. Para resumirlo nos ha abierto su álbum fotográfico que puedes ver en la siguiente galería.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...