Pau Donés: "Mi mejor canción la guardo todavía aquí, en el coco
El líder de Jarabe de Palo sigue imparable con su Orquesta Reciclando, que presenta esta noche en el madrileño teatro Lope de Vega
"Me gusta la dinámica del rock and roll, el golferío, eso de que no haya lunes ni domingos", proclama, y añade que le encanta irse de parranda al terminar cada concierto. El de esta noche en el teatro Lope de Vega de Madrid no será una excepción, y tras tocar sus grandes éxitos recreados en clave de swing y con un montaje muy especial, en el que todos los músicos van vestidos de punta en blanco, esta particular orquesta recorrerá los locales más canallas del Madrid nocturno.
Pau Donés dice que, a pesar de que le consideren "un respondón", él sólo "dice las cosas a su manera". En consonancia con esta declaración, el autor de éxitos como Depende o Bonito se queja de que "a los músicos se nos consiente poco" y "en este país, cuando triunfas, van a por ti".
Y es que JarabedePalo ha tenido mucho éxito. La tuvo ese La Flaca inicial, del que vendió más de un millón y medio de copias en todo el mundo, y la está teniendo este Orquesta Reciclando, que inaugura su nueva discográfica, la Tronco Records. A pesar de todo, el músico asegura que "mi mejor canción la guardo todavía aquí, en el coco". Además, se enorgullece de haber firmado canciones que todo el mundo tararea en la ducha: "existen un buen puñado de temas míos que forman parte de la vida de la peña, y eso es un honor".
Contra la crítica, la contra crítica, debe pensar Donés, y es que piensa que es una "lástima que a la radio española le falten prescriptores; echo en falta un Gabilondo o un Francino para el mundo de la música". Y contra la crisis económica y las crisis personales, el músico tiene un remedio infalible: "coger la guitarra y rasguearla. Me lo dijo Antonio Vega en el transcurso de una noche muy larga: 'Los músicos expresamos y escondemos nuestra sensibilidad a través de las canciones'".
Jarabe de palo actúa este 19 de octubre (21.30 h.) en el teatro Lope de Vega (Gran Vía, 57). De 30 a 36 euros.