El regreso del soul y la vida en ciclos
Desde el éxito de los dos primeros álbumes de Amy Winehouse se vive un revival del soul. Desde Inglaterra a EEUU pasando por España, el soul ha vuelto a posicionarse en el mercado
Los productores y las disqueras llevan años viviendo de estas oleadas y de su empuje. Pero los géneros viven sus propios ciclos. El reggae, por ejemplo, malvive constante sin grande cambios, los movimientos en el blues son apenas percibidos por el mercado, el rock vive de influencias, fusiones y giros, y existen otros como el funk que cuentan con un público fiel y estable. De todos los géneros negros el que experimenta en estos momentos un mayor crecimiento es el soul, impulsado por el inesperado éxito de una solista, Amy Winehouse.
Amy Winehouse dio el pistoletazo de salida a los veinte años. En 2003 veía la luz Frank y en 2006 Back to black, que llegó al número uno en medio mundo y se hizo con cinco premios Grammy. Rehab se convertía en la canción más radiada del año y ese factor desató la oleada. Fruto del éxito de Winehouse muchos apostaron por ese sonido soul con toques pop y estribillos pegadizos. Amy se convertía en la estrella de los festivales más rockeros y poperos de Europa.
A comienzos de 2008 Duffy se alzaba en los alto de las listas inglesas de singles y álbumes con su Rockferry y el hit Mercy, al igual que con Winehouse su éxito cruzó medio Europa y los británicos se asentaban como padres modernos del soul. Si hablamos de hombres habría que señalar a James Hunter, otro británico apasionado del sonido de los cincuenta que visitó este verano España y volverá en septiembre, pero que a niveles de ventas y notoriedad queda a mucha distancia del boom de las chicas. Su soul, más macerado y con tintes de blues, se aleja de las discotecas para situarse en el complemento de un libro o un café de terraza. De hecho llegó a lo alto de las listas de blues inglesas.
Pero el soul volvió a saltar el Atlántico para regresar a casa. Eli "Paperboy" Reed tomaba la alternativa con un disco fresco y sorprendente que le señalaba como el James Brown blanco del nuevo siglo. Tirando de un sonido más retro y salvaje que el de las niñas inglesas, Eli ponía su música en el mapa aunque su volumen de ventas apenas resultaba significativo. Otro personaje importante de la escena es la norteamericana Sharon Jones, que de hecho comparte banda (los Dap-Kings) y productor musical con Winehouse. Aunque Sharon Jones comenzó su carrera unos años antes de la edición de Frank, el éxito no la acompañó hasta One hundred nights, su álbum de 2007 y el tercero de su carrera, que fue calificado como el gran descubrimiento del soul norteamericano. Una vez abierta la caja se desata la tempestad, de 2007 data también el primer trabajo de Black Joe Lewis and the Honeybears. Este joven afroamericano lleva el ritmo en el cuerpo y retoma los sonidos negros de los años cincuenta y sesenta sin fachada ni impostura, ni se viste ni se disfraza, es innato. Mediado el verano visitó España, primero Madrid y luego el Jazzaldia de San Sebastián, en ambos conciertos llenó y emocionó.
De todos estos artistas y álbumes sólo One hundred nights de Sharon Jones llegó a entrar en el Billboard 200 y fue por una semana y en los últimos puestos. EEUU cuenta con un importante circuito de soul y varios festivales dedicados a este tipo de música aunque la incidencia del soul en el mercado global queda muy lejos de la que tiene en Inglaterra.
A pesar de ello el soul parece encajar en los nuevos gustos musicales. En España también hay que apuntar algunos nombres como The Pepper Pots. La banda catalana deslumbró en 2005 con un álbum de raíces jamaicanas y en este 2009 han encontrado un hueco en la agenda del productor de Jones y Winehouse y han editado Now, un disco de alma soulera. The Pepper Pots, en una entrevista a Freek Megazine, explicaban este crecimiento, "La moda actual por el retorno de este estilo musical viene dado por las grandes multinacionales que han apostado por este estilo y esta época, pero hay mucha gente que ya vivía este retorno al soul más puro mucho antes de este boom mediático". Bastante claro.
Como señala Pardo los revival son ciclos que pasan, como en la economía, cada diez o quince años, lo que parece marcar la diferencia es que alguna estrella brille lo suficiente como para que una multinacional apueste fuerte. Llegar a lo alto de las listas inglesas desencadena, en muchos casos, un efecto de apuestas discográficas por el género en cuestión. Todos quieren tener a la próxima Amy, muchos de esos sellos necesitan paliar con un artista similar el éxito de la competencia, una vieja guerra que sigue dejando interesantes batallas y que suele dar buenas oportunidades a bandas que en otras circunstancias estarían a la sombra. Son muchos los casos de gente que llama a la puerta con una maqueta excelente y que recibe como respuesta "eso ya no se hace desde hace veinte años", pero de pronto un día vuelve, sin aviso.
