Mika aterriza en Madrid para presentarnos su nuevo álbum
El artista reveló que, si <i>Life in Cartoon Motion</i> era la banda sonora de su infancia, su segundo álbum será una reflexión sobre sus años de adolescente
Tras haber dejado a la puerta móviles y dispositivos de grabación, fuimos conducidos a una sala donde nos recibió Mika en persona. Alto, muy delgado, con sombrero y una sonrisa perenne en los labios, el artista nos explicó brevemente los detalles de sus próximos dos lanzamientos. Para escuchar su esperado segundo álbum habrá que esperar hasta Septiembre, pero podremos ir abriendo boca con Songs of Sorrow, un EP acústico de cuatro temas en que el artista ha querido cambiar de registro: según nos contó, su deseo era escribir una colección de canciones que fuesen "cuentos de hadas oscuros". Dos de ellas están ya colgadas en su página web, pero pudimos escuchar una tercera, titulada Toy boy, cuyo retorcido argumento nos explicó, entre risas, el propio Mika: "Trata de un muñeco que es abandonado por su dueño, un niño. Su madre lo recoge y decide utilizarlo para hacerle vudú a su marido, que la ha abandonado". Musicalmente, la canción está inspirada en las viejas películas de Disney de los años cuarenta. Songs of sorrow saldrá a la venta el 29 de Mayo, en una edición limitada que incluirá un libro de ilustraciones inspiradas en los temas del álbum, a cargo de diversos artistas de primera línea.
Tras este preámbulo, llegó la hora de presentar el que será su próximo larga duración. Según el artista, su primer disco trataba sobre su infancia, y este segundo álbum refleja sus experiencias, miedos y esperanzas como adolescente. El estilo del nuevo álbum continúa donde se quedó Life in Cartoon Motion, con temas luminosos, vitalistas y muy, muy pegadizos, pero se puede apreciar una mayor madurez en las composiciones. Primero escuchamos Blame it on the girls, un tema donde la percusión es la protagonista, y en que Mika nos deleita con un solo de piano de aires latinos. We are Golden, que se perfila como posible primer single, es todo un himno adolescente, incluyendo un coro de chavales cantando orgullosos: "No somos lo que creéis que somos". Seguidamente escuchamos Rain, que ya está confirmada como segundo single, un tema para las pistas de baile en la onda de su archiconocido Relax. I see you es una balada etérea con piano y cuerdas, en que el artista ha rememorado lo que se siente al tener quince años, estar enamorado de alguien y quedarse embobado mirándole sin atreverte a confesarle tus sentimientos. Touches you es un tema funky que recuerda a Prince, con un estribillo irresistible: "Quiero ser tu hermano, tu hermana, tu padre, tu suéter, quiero ser aquello que te toca". Good gone girl se abre como una canción de cabaret que acaba resolviéndose en un pop luminoso con ecos de los Beach Boys. Por último, pudimos escuchar el tema que cerrará el álbum, una balada jazzística en que la voz de Mika, sentado al piano, parece transmutarse en la de la cantante Billie Holiday.
Tras la escucha, fuimos conducidos a un improvisado bar montado en el estudio, donde tuvimos la oportunidad de conversar cara a cara con el artista. Mika había dejado claro que no le interesaba conceder entrevistas, si no charlar informalmente con los periodistas e intercambiar impresiones. Durante la conversación, Mika habló de la particular relación que mantiene con sus fans a través de su página web: "Ellos son la razón de mi éxito. Son muy respetuosos con mi vida privada, aunque, como todos saben dónde vivo, siempre me encuentro a alguno acampado frente a mi casa". También nos contó que, en directo, los nervios le impiden a veces disfrutar plenamente de la experiencia: "Mis mejores conciertos los dí con quince años, en mi dormitorio, cantando en calzoncillos frente al espejo". Por último, antes de marcharse para disfrutar de la noche madrileña, Mika nos ofreció una pequeña reflexión sobre su música: "Cualquier sentimiento puede servir de inspiración, también los negativos. La rabia es un motor excelente para escribir canciones. Pero es importante no transmitir esa negatividad, la música debe abrazar al oyente, no rechazarlo."