Madrid se rinde ante una lección magistral de Laura Pausini
La italiana hipnotiza con la fuerza de su voz en el concierto ofrecido ayer en el Telefónica Arena.
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Sobre el escenario una artista completa, magistral, con experiencia y pleno control sobre su voz, segura de marcar el ritmo que necesitaba en cada momento y de dar la impronta requerida en cada parte del espectáculo. Porque el concierto es una propuesta sugerente para recorrer los más de 15 años de carrera musical que Pausini lleva sobre sus espaldas. No se dejó ni una sola estrofa de sus grandes temas. No quiso interpretarlos de la misma forma, porque el tiempo pasa y las personas cambian. Pero la nueva Laura con su voz y cadencia actualizan cada una de las ideas profundas y sinceras que componen sus canciones.
Un espectáculo se vertebra en cuatro etapas que podríamos extrapolar a estaciones emocionales que la cantante nos va mostrando. La primera, como el otoño, irrumpe con fuerza ante un auditorio entregado con un inicio más que esperado, el primer single de su disco "En cambio no". Sería uno de los pocos tópicos de la noche. A partir de ahí, un rosario sorpresas con la interpretación rockera de clásicos como "Escucha tu corazón", "Emergencia de amor".
La segunda parte, marcada por las baladas de amor y temas más íntimos, como si fuese un invierno, nos envuelve con temas como "Volveré junto a ti" o "Son amores", en la que la propia Laura aprovechó para reconocer que "No les puedo ocultar que estoy realmente emocionada, muchas cosas han pasado desde que la canté por primera vez, hace 15 años, pero no ha cambiado la gratitud que siento ante ustedes". Cabe destacar también la canción que definió como el "diario de mi vida", "La geografía de mi camino".
La tercera parte, la más comprometida, combativa y enérgica, como trasportándonos a la primavera, arranca con el tema "Hermana tierra" y pone el énfasis sobre el deterioro ecológico de la Tierra: "Sólo tenemos un planeta y depende de ti marcar la diferencia" dice en un momento la italiana. A este tiempo también corresponde la parte más introspectiva del concierto. Laura se retrotrae a sus inicios como músico en un piano bar y llega incluso a recrear sobre el escenario el ambiente. Es durante esta parte del espectáculo en la que la cantante realiza una versión genuina y profunda de su exitazo mundial en inglés, "Surrender", además de dedicar otra canción en esta lengua a su padre que cumplía años. Así se va llegando al cenit, con la interpretación del último sencillo, "Primavera anticipada" como falso final. Porque estaba claro que el ciclo no estaba completo. Aún restaría la cuarta y última parte que, como el verano, devolvería al escenario a una Laura radiante, potente y segura de sí misma para interpretar los tres últimos temas: "Yo canto", "Se fue" y "La soledad", concluyendo así con la canción que le dio a conocer y ofreciendo una gran lección: "Nunca hay que rechazar donde has empezado".
Laura, si ayer fue el día perfecto para recibir agradecidos todo lo que venías a dar, hoy es el día perfecto para suplicar que esta nueva Laura grabe todas estas versiones, porque suenan como nuevas, porque tus historias nos aligeran la soporífera vida cotidiana.