Amy Winehouse en rehabilitación y con faldas a lo loco
Amy Winehouse en rehabilitación y con faldas a lo loco
Cada uno supera los malos momentos como puede. Una práctica muy extendida es ver cine, del bueno si puede ser. En eso debió pensar la buena de Amy Winehouse. Ahora, que por fin parece haber cedido a las presiones familiares y ha aceptado pasar por su temida rehabilitación, Amy pasa los días de su obligado retiro viendo cine.
Con unos padres tan preocupados por la salud de su hija, que hasta han hecho algunos planes para el funeral de un chica que todavía no ha cumplido el cuarto de siglo, Amy parece haberse centrado, y desde su habitación de la clínica se pasa el día viendo clásicos del cine. Cine de Marylin Monroe, justo cuando empezábamos a pensar en los motivos que le han llevado a teñirse de rubio. ¿Inspiración?, ¿copia?, ¿aburrimiento?
A ella le queda bastante peor que al sexsymbol de los cincuenta, pero al menos pasa las horas con humor y ternura. Después de un final de 2007 repleto de incidentes, portadas y escándalos, Winehouse ha encontrado unos instantes de paz para ver películas y descansar.
Así que mejor que siga viendo clásicos, se recuperé, se centré y vuelva a grabar. Nuestro apoyo a la chica, a sus gustos cinematográficos y lo más importante, su música.