Heridas de amor y guerra
Fue el artista revelación de 2005. Su álbum debut, Back to bedlam, vendió millones de copias y sus canciones sonaron una y otra vez por todos los rincones del mundo. Hasta tal punto que fueron muchos los que acabaron "quemados" de temas sencillamente espléndidos como You?re beautiful. El propio James Blunt también llegó a notar el desgaste tras pasar de ser un anónimo combatiente convertido en músico a ser una mega-estrella del pop.
Tal vez por ello el cantante trata de reinventarse en su segundo disco. La fórmula del solista melancólico deja paso en este álbum a un artista maduro capaz de analizar el precio de la fama en uno de sus nuevos temas: Annie. Hay en All the lost souls un menor peso de ese piano omnipresente que lanzó al británico pero perviven las heridas de amor y guerra con las que se hizo un hueco en la primera fila del panorama musical.
El sin sentido de la muerte y la lucha armada (Carry you home o la brillante I really want you) comparten espacio con la nostalgia de aquel maravilloso año (1973), con el amor no correspondido (Give me some love), con los errores cometidos en el pasado (Same mistake) o con la espiritualidad en I?ll take everything, una de las canciones del año.
Los incondicionales del primer Blunt le reconocerán en baladas como Shine on, One of the brightest stars. El efecto sorpresa del nombre "James Blunt" ha desaparecido en este All the lost souls, pero a cambio los que se acerquen a este elepé encontrarán la satisfación y el buen hacer de un hombre que disfruta cantando y componiendo lejos de los escenarios de las batallas. Aunque las heridas de amor y guerra aún siguen doliendo.