No somos la noche, somos el hit
Tras 15 años de carrera, el dúo británico The Chemical Brothers dice ahora ?somos la noche? (We are the night) en este, su sexto disco de estudio. Eso ponen en el cedé y así se llama la segunda de las 12 canciones que lo componen. Es cierto que podían haberlo dicho antes, pero ahora lo son más que nunca y éste es un álbum repleto de colaboraciones nadaquever unas con otras que acentúan más esta circunstancia.
Lanzamiento del primer single, y primer hit. Do it again con el solista folk dance Ali Love, donde los sórdidos sonidos electrónicos están en el primer bafle hasta el último.
Mención a parte merece No path to follow. El minuto y poco más perturbado que hemos escuchado en mucho tiempo. Y luego está We are the night, una sucesión de sonidos selváticos, que una fina electrónica se encarga de encauzar. Ellos dirán que son la noche, pero más bien son el hit de la noche.
Ritmos organizados, coros desgarradores, percusiones que retumban, y nada secas, más desviadas a una melodía que case bien con los bafles, como hacen en Saturate. Golpes y ruidos. Subidón al final de la canción, donde para compensar, introducen una buena batería que alterna con la electrónica más ida.
Un disco para fans y para no fans de mente sin prejuicios y ganas de farra musical porque, desde luego, el disco es HTH,hit tras hit. Una compilación nada discreta de temas para bailar y para la noche. Sin ningún complejo a la hora de juntar unos coros souleros serios con un grito a lo Chimo Bayo. Para eso son The Chemical Brothers.
Ningún complejo tampoco para ser divertidos y lanzar el baile del salmón como segundo sencillo del disco: The salmon dance, donde ponen de moda el rap ochenteno. Pues sí. Gran colaboración del rapero Fatlip haciendo de sí mismo. "Hola chicos y chicas, mi nombre es Fatlip y este es mi amigo Sammy el salmón. Hoy vamos a enseñaros algunos pasos sobre el baile del salmón". Hip hop, la máquina del comecocos y una melodía ochentena al estilo de las de Bowie en El Laberinto.
Más colaboraciones. Los Klaxons se imitan a sí mismos en All right reserved, donde plasman sus ya clásicas melodías corales. Encontramos más música ochenta y básicas melodías tribales en A modern midnight Conversation que junto a The pills won`t help you now, forman un buen támdem de canciones muy de la noche. Ésta, por cierto, parece una canción de nana. Pianos y cajas acústicas y la voz de Tim Smith (Midlake) hablando de drogas. Aquí Tom Rowlands y Ed Simons demuestran (si es que tienen que demostrar algo ya) que siguen siendo aquél dúo pionero que una vez inventó el electro dance psicodélico y lo expandió a todos los rincones, haciéndolo comercial.