30 años de la muerte de Elvis
El 16 de agosto de 1977 fallecía "El Rey del rock", aunque muchos creen que sigue vivo.
Los veranos en Memphis son duros. Las temperaturas a veces sobrepasan los 37 grados como en el día de hoy. Mike Meridian es un capataz de 46 años. Vive en Houston pero no ha dudado un momento en peregrinar a la tierra prometida de su ídolo. Está en Graceland, el santuario del Rey, dispuesto a visitar la tumba del mito. Hace cola bajo un paraguas de golf guardando sitio a su mujer, Shirley Roberts, que ha venido todos los años desde el 16 de agosto de 1977, fecha en la que murió Elvis.
Este ejemplo, recogido por Reuters, podría servir para cualquiera de los miles de visitantes que acuden a Memphis diariamente. Cuando los sentimientos entran dentro de la pasión, a veces dan paso al dinero y podemos decir que es el caso. La mansión de Presley se ha convertido en un parque temático que proporciona unos ingresos descomunales. La "Elvis week", la semana del 16 de agosto, multiplica por 10 el número de habitantes de la ciudad.
Lisa Marie Presley, heredera del imperio, se encarga de las reformas de la casa y la organización corre a cargo de Elvis Presley Enterprises. Multitud de detalles que van desde un concurso mundial de imitadores (algo habitual en los lugares más recónditos del planeta), hasta poder tocar los juguetes de "El Rey", visitar su escuela o comprar en subasta algunos de sus instrumentos. El plato fuerte de las celebraciones de hoy vendrá en forma de conciertos. En uno de ellos se proyectará el vídeo en el que Lisa Marie canta junto a su progenitor el tema In the ghetto. Las ganancias irán destinadas a construir una vivienda para personas sin hogar.
De alguna manera, Elvis es la punta de la pirámide. Muchos admiran a los Beatles o a Dylan, pero tanto el grupo de Liverpool como el genio de Minnesota confesaron alguna vez sus respetos por Presley. De hecho, el cuarteto le visitó en 1965 y tocaron juntos un rato. Se dice que John Lennon afirmó: "Antes de Elvis no había nada".
No es de extrañar, por tanto, que los más grandes caigan en la red de la Elvismanía. El mismo Bruce Springsteen, intentó colarse en Graceland por una valla en 1975. Ese año, consiguió su primer gran éxito con Born to run. Fue portada de Times y Newsweek y pensó que eso lo valdría como salvoconducto para conocer a "El Rey". Nada más lejos de la realidad. Su intento fue baldío. "El Boss" siempre ha reconocido su pasión por los más grandes: "Si Elvis liberó mi cuerpo, Dylan liberó mi mente", señaló.
Nuestro protagonista nació el 8 de enero de 1935 en Tupelo, Mississipi. Tuvo un hermano gemelo que murió al nacer. Elvis acudía con asiduidad a la iglesia y de ahí le vino su lado gospel. Los bluesmen que vivían en el vecindario y las radios locales de música country hicieron el resto.
A la edad de 10 años queda segundo en un concurso de jóvenes talentos y recibe una guitarra como regalo de sus padres, ya que no podían permitirse la bicicleta que les había pedido. Con el paso del tiempo comienza a tocar y a grabar algunas maquetas, pero el punto de inflexión vendría de la mano del Coronel Parker, su manager.
En 1955 Parker consigue el contrato con la RCA. Su primer single, Heartbreak hotel alcanza el número uno y sirve como punto de partida para alucinar a la juventud americana. Entre el escándalo y la sonrisa, la tercera aparición en el show de Ed Sullivan supone otro hito, más cuando sólo se le enfoca de cintura para arriba.
Desde entonces, una carrera meteórica, con un paréntesis para hacer el servicio militar. Grabó 75 álbums de estudio, entre los que se incluyen 22 bandas sonoras de sus películas, varios recopilatorios y 8 discos en directo. Es el artista que más ha vendido, con mas de 100 millones de discos vendidos con 18 números uno en Estados Unidos. Participó en 31 filmes, pero nunca logró reconocimiento alguno en el mundo del celuloide.
Elvis murió en Graceland, el 16 de agosto de 1977, con más de 100 kilos de peso, víctima de los barbitúricos, dejando una leyenda detrás. Su música ha quedado en el paso del tiempo con una interpretación única y un atractivo increíble. Es cierto que no componía, pero logró cambiar la banda sonora del siglo XX. A veces uno desea que sea cierto aquello que comenta Calamaro en Elvis está vivo: "[?] supongo que está en su casa en una bata de seda mirando diez canales a la vez. En Memphis lo saben todos pero es gente muy discreta y no dice nada: será mejor así".