Del micrófono a la cámara
Repasamos el salto de la música al cine. Madonna, Jon Bon Jovi, Justin Timberlake, Bebe, Dani Martín
Decía Coque Malla, líder de Los Ronaldos, que siempre es mejor tocar que actuar ya que en el primer caso no eres instrumento de nadie más que de ti mismo. En el segundo, el director y el autor se expresan a través de ti. Y además, añadimos nosotros, hay que tener en cuenta el ego. Ser dirigido requiere disciplina.
Claro que siempre se puede interpretar a uno mismo. Britney Spears por ejemplo, cuenta con varios cameos en su haber, entre los cuales figura uno para la serie Médico de familia en 1999. Su única película con un papel importante es Crossroads (2002).
Britney fue elegida a los once años para presentar el Club Mickey Mouse junto a Christina Aguilera y Justin Timberlake. Éste parece que sí se toma en serio su carrera en el cine y ya va por su cuarta película. Una menos que Mariah Carey, pero con trayectoria diferente. Timberlake ha preferido filmes pequeños e íntimos con éxito de crítica, mientras que Carey no acaba de encontrar su sitio y por eso apostó en su última aparición por un largometraje independiente: Tennesee.
Algo parecido se puede decir de Beyoncé Knowles que ha combinado éxitos (La Pantera Rosa) con interpretaciones menos valoradas (Dreamgirls). El mismo caso de Jon Bon Jovi, aunque éste cuenta en su haber con 11 películas amén de varias series de televisión (Ally McBeal y Sexo en Nueva York entre ellas).
Pero para perseverancia, la de Madonna. Ya es toda una veterana con 19 filmes y un Globo de Oro por su interpretación en Evita. Pero el último de ellos, Barridos por la marea, rodado junto a su marido, el director Guy Ritchie, fue masacrado por la crítica. La cantante ha seguido los pasos de su pareja y ha comenzado a trabajar en su primer corto: Filth and wisdom.
Jennifer López empezó como actriz antes que solista, al igual que Natalie Imbruglia, que aprovechó su papel en la serie Vecinos para dar el salto a la canción. En esta misma serie empezó Kylie Minogue, que de ahí pasó a grabar su primer tema, Locomotion, con Mashroom Récords.
De una manera o de otra, ninguno de ellos ha conseguido cuajar en su carrera cinematográfica. Whitney Houston no iba por mal camino antes de su crisis personal, llegando a compartir títulos de crédito y nivel interpretativo con estrellas de la talla de Denzel Washington y Kevin Costner. Pero, definitivamente, el único cantante realmente valorado en el mundo del cine es Will Smith, nominado dos veces al Oscar a Mejor Actor (Alí y En busca de la felicidad).
Si nos centramos en la piel de toro, Leonor Watling ha sido dos veces candidata al Goya, las mismas que Najwa Nimri, dos actrices-cantantes difíciles de encasillar. Bebe lleva camino de seguir sus pasos, con una nominación a Mejor Actriz Revelación en su debut cinematográfico (La educación de las hadas). En cuanto a los chicos, Dani Martín es un ejemplo evidente, protagonista de la serie Cuenta Atrás de Cuatro. El líder del Canto del Loco ha participado en tres películas: Monsieur Batignole, Sinfín y Yo soy La Juani, previo paso por las escuelas de teatro de Cristina Rota y William Leyton. Una trayectoria casi idéntica a la de Fran Perea, que también cuenta con tres largometrajes en su haber: Los Mánagers, El Camino de los ingleses y Las 13 Rosas. Y también ha estudiado previamente: es licenciado en la Escuela de Arte Dramático de Málaga.
Todos o casi todos jóvenes, pero suficientemente preparados, con tendencia a la cámara antes que al teatro, ninguno ha abandonado la música por el celuloide, aunque sí se ha dado el caso contrario. Quizá sea debido a que un concierto es más orgánico y fluido. O que la conexión es directa con el público. O que ahí arriba, simplemente, son ellos mismos.