Las cajas de la memoria
Bosé celebró sus 30 años de carrera acompañado por invitados especiales y un público entusiasta en la Plaza de Las Ventas de Madrid. Un concierto que próximamente será editado en DVD.
Cuando se editó Papito, desde muchos medios de comunicación se especuló con la posibilidad de que la celebración de los 30 años de carrera de Bosé pudiese marcar al mismo tiempo su final. No sólo parece claro que no va a ser así, sino que además este disco ha situado a su autor uno de los puntos más álgidos de estas tres décadas. El álbum, en el que el artista canta sus temas más conocidos con lo más granado del pop en español, no se baja del nº 1 de la lista de ventas y la gira Papitour, que arrancó a primeros de mayo, está siendo una de las más exitosas del momento.
Con todos estos antecedentes, Bosé llegaba a Madrid para ofrecer uno de los conciertos marcados en rojo de la gira. La actuación iba a ser grabada para su posterior edición en DVD y se habían anunciado sorpresas en forma de invitados especiales. Todavía había mucha gente haciendo cola para entrar en Las Ventas cuando el protagonista irrumpió en el escenario. Tan elegante y magnético como siempre, Miguel Bosé comenzó a desgranar un repertorio que resumía la trayectoria de un personaje único en la historia de pop español. Alguien que pasó de ídolo de adolescentes a músico inquieto, con una vocación por la sofisticación y el riesgo que, independientemente de los gustos y los resultados comerciales, le ha valido el respeto y el reconocimiento de propios y extraños.
Duende, Bambú, Salamandra y un Sevilla en el que exhibió sus genes toreros fueron de lo mejor de la primera parte del show. A continuación, hacía su aparición la primera de las invitadas de la noche. Leonor Watling cantó con Bosé el mismo Este mundo va que aparece en Papito. Posteriormente, la seguirían Rafa Sánchez (Con las manos vacías), Bimba Bosé (Como un lobo), Ana Torroja (Corazones) y una Alaska que aportó su intransferible glamour a un trepidante Bandido ya hacia el final del concierto.
Pero si el Papitour está concebido como una celebración de Bosé y de sus grandes éxitos con su público, fue en el segmento central del concierto cuando ésto se puso más de manifiesto. Fue entonces cuando, según el propio artista, se abrieron ?las cajas de la memoria? y sonaron los primeros temas de su carrera. Morir de amor, Don Diablo y Super Superman fueron celebradas con entusiasmo por un respetable tirando a talludito y con Linda y Te amaré hasta vimos alguna que otra lagrimita cayendo sobre el albero de Las Ventas.