Mucho más que un concierto
Luz, color y sobre todo baile. La banda dance del momento dejó claro anoche el por qué de su éxito. El quinteto neoyorkino derramó sobre el escenario madrileño de La Riviera todos los ingredientes de su fórmula magistral: canciones que saltan de un pop-ro
Luz, color y sobre todo baile. La banda dance del momento dejó claro anoche el por qué de su éxito. El quinteto neoyorkino derramó sobre el escenario madrileño de La Riviera todos los ingredientes de su fórmula magistral: canciones que saltan de un pop-rock glamouroso a la electrónica más bailable, hábilmente acompañadas por una escenografía y un estilismo únicos. En resumen, un auténtico espectáculo.
Porque si algo hacen los componentes de Scissor Sisters es ofrecer a la heterogénea audiencia que llena sus conciertos un espectáculo digno de verse. Sus actuaciones no son sólo eventos musicales, sino fiestas de disfraces (también en el público), sesiones de strip-teases, coloquios con el público y concursos de baile.
Con un público expectante y aún un parado, comenzaron a sonar los primeros acordes de She?s my man, último sencillo de su segundo disco. Entonces se pusieron en marcha los motores de todos los presentes y comenzó una fiesta que, durante los noventa minutos de concierto, hizo bailar al más pintado. Sólo un breve descanso, amenizado por los silbidos y gritos de los más desconfiados, dio un respiro a las cerca de 3.000 personas congregadas en la sala madrileña.
Ana Matronic y Jake Shears, las voces principales del grupo, se erigieron anoche en los verdaderos protagonistas desde un principio. Las frases de ella entre canción y canción, del tipo ?este tema va dedicado a todas las ladys de esta sala, tanto si han nacido mujer como si no?, o los continuos movimientos de su compañero, que no paró ni un segundo, y sus también provocativas citas, como la dirigida a la cantante: ?qué bonita estás, y también que sucia!?, amenizaron aún más la ya de por sí divertida velada.
Durante el directo sonaron casi todos los cortes de Ta dah, su segundo largo, y como era de esperar, I don?t feel like dancing fue el más coreado. También sonaron algunos de los éxitos del disco homónimo de Scissor Sisters, como Filthy/Gorgeous o Comfortably Numb, la celebrada versión del famoso tema de Pink Floyd.
El estilo inconfundible del quinteto americano volvió a contentar sin duda al público español, a quién tan buena impresión dio ya en festivales como el de Benicassim o el Primavera Sound antes de convertirse en la archiconocida banda que es ahora. Las dos visitas de su gira mundial a nuestro país han sabido a mucho, pero tal vez han sido pocas para la cada vez mayor legión de fans de Scissors Sisters, uno de los únicos grupos que ofrece mucho más que conciertos.