Prince deleita al público de la Super Bowl con un espectáculo multicolor
Purple Rain fue el tema encargado de cerrar la espectacular actuación
Muchos medios de comunicación, tanto estadounidenses como extranjeros, titulan hoy sus informaciones describiendo la actuación como un espectáculo light. Y es que no es para menos, pues el que hace años fuese uno de los artistas más controvertidos del pop internacional no dio la más mínima muestra de su usual atrevimiento. Gracias a las polémicas de años anteriores, los espectáculos de la Super Bowl están cada vez más encorsetados. Muestra de ello es, por ejemplo, la censura a las letras de los Stones del año pasado.
Durante 10 minutos exactos, un Prince vestido de azul eléctrico interpretó cinco de sus canciones más conocidas. Empezó, junto a un juego de luces sorprendente, con el tema llamado Let's Go Crazy, para seguir con otros como Baby I'm a Star o Proud Mary. Para poner la guinda a la noche, y como no podía ser de otra manera, Prince cerró con su mítico tema Purple rain, mientras una copiosa lluvia caía en el Dolphins Stadium.
Fue éste, sin duda, el momento más especial de la velada. A la performance montada por los organizadores, con un gran escenario que representaba el símbolo del cantante, y más de 70.000 luces violetas que se repartieron al público, se sumó un elemento que no podían haber planeado pero que ayudó a dar magia al final del espectáculo: una paradójica tromba de agua que en ese momento pareció no molestar a nadie. Indudablemente fue el mejor acompañamiento posible para la famosa Purple Rain. Tras este momento mágico, el cantante de Minneapolis se despidió del público asistente y desapareció de escena entre otra lluvia, pero esta vez de fuegos artificiales.