Épica rock
Llegaron desde Arkansas (EE UU) y casi sin hacer ruido, y con la enorme difusión de la B.S.O. Daredevil, consiguieron convertirse en uno de los grupos más sorprendentes de los últimos años. Evanescence, que sorprendieran a propios y a extraños con una muy buena mezcla de rock gótico y toques épicos, lanza ahora su segundo álbum de estudio, The open door.
En realidad podríamos hablar de la primera experiencia discográfica del grupo sin uno de sus pilares y fundadores: el compositor y guitarrista Ben Moody. Fue una marcha sonada y no demasiado amistosa que parece no haber repercutido en este elepé en el que Amy Lee (vocalista) prolonga su protagonismo en las letras junto al sustituto de Moody, Terry Balsamo, ahondando aún más en las, mayoritariamente, dolorosas experiencias del amor.
Porque aunque The open door no llega al nivel de Fallen, sí que encierra dentro de las 13 nuevas canciones, valiosos títulos a tener en cuenta y que hablan de la enorme proyección y talento del cuarteto. La contundencia de las guitarras, el talento vocal de su cantante y el toque épico de los arreglos orquestales se manifiestan a las claras en temas como Call me when you?re sober, All that I?m living for o Lithium.
Estos desempeñan un papel similar al que jugó Bring me to life en su debut: un tema estremecedor al piano repleto de riffs cuya fórmula se adecua a los nuevos tiempos de la banda. Lacrymosa, The only one, Sweet sacrifice o Lose control suponen sin embargo claras apuestas por un rock más contundente aunque no faltan las baladas como Good enough, Like you o Your star.
Tras esta nueva puerta en la que se esconde este disco, sus fans van a poder volver a disfrutar de las constantes que marcaron el debut de Evanescence ahora en trece nuevas canciones de rock épico.