Madonna llega a Moscú para dar el concierto más polémico de su gira
Amenazas y grandes medidas de seguridad rodean su actuación de este martes
Madonna fue recibida ayer lunes en el aeropuerto de Moscú, adonde llegó cubierta por un abrigo largo negro con cuello de piel para protegerse del frío de la ciudad. Frío climatológico, porque el ambiente previo a la que será su primera actuación en Rusia está al rojo vivo.
En primer lugar, unas supuestas amenazas de la mafia local obligaron a los organizadores a cambiar la fecha y el emplazamiento del concierto, inicialmente programado para el lunes día 11 en la explanada de la Colina de los Gorriones, junto al campus de la Universidad Estatal de Moscú. Sin embargo las autoridades fueron incapaces de asegurar la integridad de la artista y de los asistentes y la actuación se trasladó al estadio Luzhniki. Este recinto será vigilado durante el concierto por 7.000 policías y las medidas de seguridad incluyen el cierre durante 24 horas de la estación de metro más cercana al estadio.
Por otro lado, Madonna tendrá que vérselas con las protestas de la Iglesia Ortodoxa, que en las últimas semanas ha mostrado su repulsa contra la cantante por la crucifixión simulada que representa en un momento de su concierto. En una manifestación reciente se llegó incluso a proclamar contra la cantante "un nueva santa inquisición, que luchará contra la profanación de la cruces, de los iconos y de la simbología de la ortodoxia rusa".
A pesar de este ambiente enrarecido, el estadio Luzhniki de Moscú se llenará este martes con 50.000 fans deseosos de ver a Madonna sobre el escenario. Uno de los promotores del concierto, Arthur Fogel, comentaba ayer que la autora de Hung up ?tiene muchas ganas de actuar en Moscú y, estoy seguro, de que demostrará de todo lo que es capaz. Será el mejor concierto de la gira". Fogel añadió que Madonna no tiene previsto imponerse ningún tipo de censura por lo que los moscovitas podrán ver el espectáculo de su Confessions tour tal y como fue concebido.