Shakira estrena su gira española en Zaragoza ante 15.000 personas
Punto de partida de la gira mundial que le llevará a otras diez ciudades españolas
Estoy aquí fue el tema elegido para romper el hielo. La estrella estaba emocionada, incluso tímida, y la música parecía elevarse por encima de su potente voz, que sacó de dentro para recordar que durante quince días ha ensayado su gira en esta ciudad del noreste español.
La artista sorprendió al público, entre los que había numerosos compatriotas de la colombiana, nacida en Barranquilla, con los acordes de su armónica y con los arrancados de sus diversas guitarras, que sacó al escenario para acompañar a su equipo, al que agradeció al finalizar el concierto su trabajo y su dedicación durante "tantos años".
Mezclando canciones de sus nuevos y sus viejos trabajos, en un concierto denominado como su último disco, Fijación Oral, la cantante encontró el respaldo del público. Para acometer uno de sus grandes éxitos, La Tortura, la Shakira del vertiginoso movimiento de caderas se subió la camiseta negra, dejó al aire su ombligo y contagió de ritmo al público, al que encandiló en ese momento. Tras este tema, cambió el recatado atuendo negro por un vestido largo, rojo, como de seda, para interpretar Veneno, y después volvió a cambiarse. Se puso entonces un top brillante y una falda de flecos, que sirvió, ahora sí, para acentuar el ritmo de sus caderas.
A las 22:30, una hora después de haber comenzado el espectáculo, Shakira anunció el final, pero los gritos y aplausos del público hicieron que saliera por segunda vez y, en los bises, la emprendió con el último éxito de su último disco, Hips don't lie.
La colombiana se despidió definitivamente del público zaragozano inmersa en una nube de confeti que emocionó a todos los fans, que sentían que llegaba el final de un concierto, que muchos creyeron breve, y que en realidad no es otra cosa del principio de una gira mundial, la que reencuentra a Shakira con su público.