El último 'boom' latino en Estados Unidos
La colombiana ha conseguido un histórico nº 1 con <i>Hips don?t lie</i>
El llamado boom latino de finales de los 90 abrió las puertas de las listas de éxitos a un gran número de artistas hispanoparlantes en Estados Unidos que posteriormente se han convertido en estrellas internacionales. Ricky Martin, con el nº 1 conseguido con Livin? la vida loca, y el ya por entonces veterano Santana con su álbum Supernatural, fueron los abanderados de esta explosión que venía ya fraguándose desde hace unos cuantos años.
El principal precedente es Gloria Estefan, que ya en la década de los 80 hacía bandera de sus orígenes cubanos, por mucho que la mayoría de las canciones con las que triunfó en listas tuvieran un sonido más bien anglosajón. Ya en los 90 seguía habiendo música latina de éxito en Estados Unidos. Artistas como Chayanne, Luis Miguel e incluso Alejandro Sanz vendían cantidades de discos considerables pero su repercusión se reducía casi exclusivamente al ámbito de la comunidad hispana.
No hay que desmerecer en esta historia el papel de Los Del Río. El dúo sevillano consiguió un fenomenal éxito en 1996 al permanecer 14 semanas en el nº 1 de singles con Macarena. Una canción que abrió las puertas de las radios y los medios anglosajones a un tipo de ritmo y de sonoridad que fue percibido como música latina.
Poco después aparecía Ricky Martin y Santana regresaba del olvido. La música latina se ponía de moda. Artistas como Jennifer Lopez, Enrique Iglesias y Marc Anthony dominaban las listas e incluso una tal Christina Aguilera explotaba en cierta forma lo poco que tenía de latino: su apellido.
Pero Shakira tenía varias peculiaridades respecto a otras estrellas latinas del momento. Para empezar era de Colombia, un país con una influencia socio-cultural de Estados Unidos mucho menor que, por ejemplo, la de Puerto Rico o México y mucho más alejado geográficamente. Además se presentaba como una artista con un control creativo sobre su música muy superior al de otros integrantes del boom, produciendo y componiendo sus propios temas. Todo ello se plasmaba en su música, perfectamente diseñada para triunfar en todo tipo de mercados, pero con un cierto aire de autenticidad, de música latina genuina.
Tras el éxito de Servicio de lavandería en Estados Unidos, el fenómeno Shakira se extendió por todo el mundo, fundamentalmente a través de su espectacular gira Tour de la mangosta. El resto es una historia muy reciente.
En junio de 2005 Shakira regresaba a la actualidad discográfica con Fijación oral, un disco en español que era la primera parte de un díptico que se completaría meses después con otro en inglés, Oral fixation, pero que a difernecia de lo ocurrido con Servicio de lavandería no sería una versión traducida, sino un álbum con canciones y personalidades diferentes. La tortura, un dúo junto a Alejandro Sanz, batía récords en las listas latinas de Estados Unidos, conseguía un éxito notable en las anglosajonas y confirmaba a la colombiana como una estrella internacional.
A comienzos de 2006 se anunciaba la edición de un nuevo single, Hips don?t lie que Shakira había grabado con Wyclef Jean, componente del grupo de hip-hop Fugees. La canción estaba cantada en inglés, pero tenía un ritmo y un espíritu plenamente latinos, deudores de los sonidos de Colombia y del país de origen de Wyclef, Haití.
El tema se lanzaba coincidiendo con el anuncio de una nueva gira mundial de Shakira y en Estados Unidos el tema se colaba en todas las emisoras, incluidas las especializadas en música negra que, desde hace ya unos años, marcan la tendencia del éxito. Ese ha sido uno de los factores que han llevado a Hips don?t lie al nº 1 del Hot 100 de Billboard. En la semana en que se encaramaba al primer puesto, el tema batía además el nº 1 de emisiones por radio (9.657) y el de descargas legales en internet (265.500). Un éxito sin precedentes y al que podemos considerar desde muchos puntos de vista como el mayor boom latino en el mayor mercado discográfico del mundo.