Una grata sorpresa
El pasado viernes La Sonrisa de Julia se subía al primero de los escenarios de la gira de presentación de su segundo álbum, Volver a empezar, en la localidad madrileña de Ciempozuelos. El cuarteto demostró que tiene ganas de quedarse y que el intimismo, en vivo, puede convertirse en fuerza. La primera muestra de ello la dieron nada más pisar las tablas y dar vida a uno de los cortes más potentes de su nuevo lanzamiento, el tema Corre!. Lo mismo ocurrió al interpretar una versión de La herida, canción firmada por Duncan Dhu y a la que han sabido dar una vuelta de tuerca más.
Y es que el grupo, lejos de los que tan sólo les conozcan por su tema Llevo tu voz, es más que medios tiempos y baladas románticas. La Sonrisa de Julia tiene una vena rock de influencias que van más allá de Coldplay (con los que siempre les comparan) y que bebe, por ejemplo, de Muse (banda que le encanta al cuarteto y eso se nota).
Es más, en la hora y cuarto de show, tan sólo hubo un hueco para la tranquilidad y la sobriedad, cuando el cantante de la formación, Marcos Casal, intepretó el bello clásico de Jeff Buckley Halellujah.