Madonna insulta a Bush y se crucifica en el primer concierto de su nueva gira
La diva estadounidenses comenzó ayer en Los Angeles su <i>Confessions tour</i>, que llegará a Europa en verano
La Ciccone, de 47 años y con una forma envidiable, pasó dos horas interpretando las canciones de su nuevo disco, Confessions on a dance floor (2005), además de repasar algunos de sus viejos y populares éxitos como Like a virgin, Lucky star o Ray of Light.
La meticulosa y estudiada coreografía de su nuevo espectáculo al estilo Las Vegas comenzó 50 minutos tarde cuando una gigantesca bola de espejos descendió del techo hasta el final de una pasarela que se extendía por la pista. Cuando se abrió Madonna, que vestía un traje de montar a caballo y un látigo, interpretó el tema Future lovers con cuatro bailarines semidesnudos retorciéndose con mordazas en la boca.
Más tarde, se puso una corona de espinas y se colgó de una cruz de espejos para cantar la balada Live to tell. En las pantallas se mostraban imágenes de pobreza en el tercer mundo y mientras se recitaban sombrías estadísticas.
Durante uno de sus seis cambios de vestuario, otro montaje de vídeo yuxtaponía imágenes de Bush, de miembros de su gobierno y de Blair con un clip con imágenes de Adolf Hitler, Osama bin Laden, y el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe.
En otra ocasión, Madonna se desvió de la letra de I love New York, canción homenaje a la ciudad en la que se gestó artísticamente y en la que aprendió a sobrevivir, e hizo una obscena referencia a Bush y al sexo oral.
Muy preocupada por mantener el control del escenario, que tenía el estilo de un nightclub, estuvo rodeada de 15 bailarines, cuatro músicos y tres coristas. Habló al público en contadas ocasiones. Durante la mayor parte del espectáculo, Madonna se unió a la complicada coreografía. Hizo un pausa tras unas canciones durante la que apareció tocando una brillante guitarra Gibson Les Paul.
Cerca del final llegó la parte disco, donde se vistió al estilo Fiebre del Sábado Noche para cantar Music, que emocionó a la multitud. También lo consiguió con Like a virgin, cuando se subió a una silla de montar de cuero negro en un tiovivo.
En los bises Madonna interpretó un remix de Lucky star y su reciente éxito Hung up (seis semanas en el Nº1 de Los 40 Principales) mientras lucía una capa bordada con las palabras "Dancing Queen" en la espalda, en clara referencia al tema de ABBA, grupo sueco del que se nutrió para crear el citado éxito.