Euforia ante el fenómeno
La gran expectación que Arctic Monkeys ha levantado como nueva promesa del rock británico fue ayer evidente en la sala La Riviera de Madrid. Jóvenes y no tan jóvenes acudieron en masa al primer directo que la banda de Sheffield ofrecía en la capital, aval
La gran expectación que Arctic Monkeys ha levantado como nueva promesa del rock británico fue ayer evidente en la sala La Riviera de Madrid. Jóvenes y no tan jóvenes acudieron en masa al primer directo que la banda de Sheffield ofrecía en la capital, avalado por el éxito cosechado en el resto de Europa.
Su sólida posición como grupo revelación de la escena musical a nivel internacional es incuestionable. La sed de nuevo rock de la juventud y sus ritmos pegadizos han influido en su rápida escalada hacia la fama. Sin embargo, la verdadera clave de su pronta gloria ha sido la intensa difusión de su música a través de internet y del fenómeno MySpace y el fuerte apoyo mediático que han recibido por publicaciones de la categoría de New Musical Express, que les ha dedicado algunas de sus portadas.
Alex Turner (voz y guitarra), Jamie Cook (guitarra), Andy Nicholson (bajo) y Matt Helders (batería) fueron recibidos con los honores propios de artistas más veteranos: el público coreaba a una voz su nombre implorando su aparición sobre el escenario, conocía todas las letras de su álbum debut, Whatever people say I am, that?s what I?m not, e incluso de temas inéditos y enloquecía con sus hits: I bet you look good on the dancefloor y When the sun goes down.
La ejecución musical fue impecable, sorprendente en músicos tan jóvenes que casi tienen prohibido el paso en los locales donde pinchan sus canciones. Si bien abusan de distorsiones y ritmos similares en gran parte de su repertorio, no se puede negar la energía que desprenden sus temas, energía que Arctic Monkeys no dejó ver en el escenario: una actuación estática y fría frente a un auditorio que vibraba con cada acorde.