U2 recibe grandes críticas en Brasil por el alto precio de las entradas y el caos
La gente aguardó más de doce horas bajo el sol y no pudo retirar sus localidades
Diversos seguidores de la zona relataban a agencias que después de haber estado esperando en Sao Paulo más de doce horas bajo un sol abrasador, la gente se sentía frustrada y enfadada a medida que llegaba la noche y todavía no habían podido conseguir lo que buscaban.
La policía estaba alerta ante cualquier problema que pudiera acontecer y a pesar de que los ánimos empezaron a caldearse por la ruptura de varias máquinas registradores no hubo incidentes. Es la segunda noticia al respecto que conocemos después de que la histeria se desatara en Chile por la misma razón.
El caso es que los brasileños, pese a que finalmente tendrán un nuevo concierto de Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen en sus fronteras al día siguiente, han protestado porque cada uno de los 73.000 tickets del directo en el estadio de fútbol de Morumbi del 20 de febrero costaban cerca de 62 euros, dos tercios del salario mensual mínimo en Brasil. Algo que no casa con su imagen de abanderados de los pobres y oprimidos.
