La resurrección del cantante salmón
Andrés Calamaro cerró el viernes 18 de noviembre en Madrid una minigira española de regreso a los escenarios, tras un lustro sin prodigarse por estas latitudes
Seis años habían pasado desde que Andrés Calamaro se subiera por última vez a un escenario en Madrid. El pasado viernes 18 de noviembre se deshizo por fin el hechizo maldito que parecía iba a mantener al artista alejado de los escenarios en la capital por tiempo indefinido. Todo se debe a que el pasado mes de abril, aprovechando su visita a Buenos Aires, la banda argentina Bersuit logró rescatar al cantante de su letargo de conciertos, que no compositivo, el cual seguía siendo prolífico entre los años 2000 y 2004, fechas que separan El salmón de El cantante, sus dos últimos álbumes de estudio.
Precisamente, hace pocas semanas aparecía en el mercado el disco en directo El regreso, que repasa la trayectoria musical en solitario del artista, en tres conciertos que realizó junto a sus compatriotas de Bersuit en el estadio Luna Park de la capital argentina. Este anticipo propició una minigira española de tres shows que se inició en San Sebastián el 12 de noviembre y siguió en Barcelona el 17 de noviembre, con llenos absolutos, al igual que esta última cita en Madrid, en la que se congregaron 14.000 personas.
En líneas generales, el concierto no supuso demasiadas novedades con respecto a los dos anteriores y se resolvió sin bises, de un tirón y con un Calamaro sonriente y bailarín (sobre todo en la sorprendente Alta suciedad, con un ritmo rockero espectacular). La banda de nueve músicos que le acompaña no defraudó y consiguió un buen sonido en los temas que fueron desgranando casi todo el repertorio de El regreso, hasta desembocar en dos de los himnos de Los Rodríguez: Mi enfermedad y Sin documentos. "Son ustedes el mejor público que un cantante puede tener", decía el músico bonaerense a los asistentes, quien también tuvo recuerdos a lo largo de la noche para Pappo Napolitano, Miguel "Abuelo" Peralta y el recién fallecido Kike Turmix.
Por otro lado, aunque el también ex Rodríguez Ariel Rot no pudo actuar junto a su amigo por incompatibilidad de fechas (al contrario de lo que sucediera en las citas de San Sebastián y Barcelona), sí hizo su aparición estelar otro invitado: Niño Josele. El guitarrista flamenco acompañó a Calamaro en los tangos Por una cabeza y Sur, además de en Estadio Azteca, una de las más coreadas.
Mención especial merecieron temas clásicos como Loco, Crímenes perfectos, OK perdón, Las oportunidades o Media Verónica, además de las célebres Flaca y Paloma. También es justo decir que el público vibró con casi todas las canciones, puesto que muchos de los presentes no habían tenido ocasión de ver nunca ni a Los Rodríguez ni a Calamaro en un escenario debido a su juventud, por lo que tenían un aliciente más para disfrutar en esta ocasión.
Una vez confirmado su buen estado de forma, el cantante ha confirmado que dará continuación a esta gira con un nuevo concierto en su Buenos Aires natal antes de final de año, y que se embarcará en nuevos proyectos compositivos, fruto de su colaboración con el músico Lito Nevia. Asimismo, tiene previsto tratar de terminar para 2006 un nuevo disco de flamenco con repertorio de tangos en compañía del equipo que hizo posible El cantante (Javier Limón, Jerry y Josele), cuyo título podría ser Ni tango ni tan poco.
Calamaro, que recientemente recibió en España un disco de diamante por la venta de más de un millón de álbumes a lo largo de su carrera, tiene intención de seguir haciendo cosas. En un tema recuperado del álbum El salmón para estos conciertos, comentaba: "Nos volveremos a ver, porque siempre hay un regreso... ojalá así sea". Parece que está dispuesto a cumplirlo.