Sacando lo bueno de ambientes depresivos
El trío descubre <i>Playing the angel</i>
Las guitarras ligeras y las ráfagas de distorsión que salen de los sintetizadores analógicos empleados en este disco van dando paso a unas atmósferas más elaboradas y mucho más oscuras al pasar del corte cinco, el single Precious. A partir de ahí ya dominan el ambiente espeso y los tiempos lentos acompañados por sonidos imposibles que rodean melodías menos digeribles en una primera escucha. Es esta segunda parte del álbum la que, quizá, gustará más a los fans más acérrimos de la banda.
El disco saldrá a la venta en unos meses, pero los seguidores del grupo ya se pueden ir preparando. Eso sí, que nadie espere un disco para bailar alegremente en las discotecas. El dolor y el sufrimiento siguen siendo los temas de referencia de Depeche Mode, así que conviene disfrutar del álbum en una habitación sin ventanas ni balcones, sin objetos cortantes ni somníferos al alcance de la mano. A veces se puede sacar algo bueno de los ambientes depresivos.