En la línea de sucesión
La banda escocesa ofreció en la sala Aqualung de Madrid su primer concierto en España como cabeza de cartel. También actúo Kaiser Chiefs que, al igual que Franz Ferdinand, está teloneando a U2 en su mini gira española. Visto lo visto, no es de extrañar qu
Franz Ferdinand fue el hype de 2004, el grupo que desde las páginas de la insaciable prensa británica se vendió como el redescubridor de la rueda y, a partir de ahí, acaparó portadas, presencias en festivales, premios y puestos de privilegio en las listas de los mejores discos del año, gracias a su debut homónimo.
Ayer miércoles la banda escocesa ofrecía en Madrid su primer concierto como cabeza de cartel en España, entremedias de sus actuaciones como de grupo invitado de U2 en San Sebastián y Madrid. Se pudo confirmar que una de las cualidades más destacables de Franz Ferdinand, y por extensión de muchos de los jóvenes grupos de pop que nos llegan de las Islas Británicas, es la madurez y la vocación profesional con que se presentan, independientemente de lo exiguo de su repertorio y de lo poco o mucho que esté definida su personalidad, más allá de sus influencias.
Su pop guitarrero y por momentos bailable, deudor de la new wave y con coartada intelectual, lució en Aqualung con unas interpretaciones correctas y una actitud más cercana a la de una banda consagrada que a la de la que aún no ha editado su segundo disco. You could have it so much better? with Franz Ferdinand no llegará hasta el otoño, pero ayer se pudieron escuchar cuatro temas de este álbum, algunos bastante prometedores como el potente This boy o el delirante I?m your villain.
Junto a estas canciones (no había mucho más de donde tirar), el debut de la banda (Franz Ferdinand, 2004) sonó casi al completo, con momentos especialmente brillantes como Michael, Auf achse y sus pelotazos Take me out y This fire, probablemente dos canciones que Franz Ferdinand seguirá tocando dentro de muchos años si alguna vez llega a llenar estadios por su cuenta, caso que no deberíamos descartar.
Antes se pudo ver a Kaiser Chiefs, que está siendo en este 2005 casi lo que fue Franz Ferdinand en 2004. Pero, claro, en un año no ha cambiado la tendencia de la moda del pop en Gran Bretaña y lo suyo viene a ser una versión menos original y creíble de la propuesta de los escoceses. A su favor, una querencia por el pop mucho más acentuada y un ramillete de singles (I predict a riot, Everyday I love you less and less, Oh my God) sencillamente inapelables, aunque el resto de su álbum de debut (Employment) no esté quizá a la altura.
La banda de Leeds también telonea en estos días a U2 y algo ha debido aprender el líder del grupo, Ricky Wilson, del populismo y el carisma escéncio de Bono, aunque cuando intenta poner en práctica las enseñanzas, le sale el hooligan que todo joven inglés lleva dentro. En definitiva, una entretenida y simpática banda.