Con instrumentación, mucho mejor
Hay que bucear mucho en las 14 canciones que componen este nuevo trabajo discográfico para descubrir el verdadero valor de esta boy band. Backstreet Boys regresan al panorama musical después de cinco años de silencio gracias a Never gone. En general, el resultado es favorable y se demuestra que este quinteto, con instrumentación, es todavía mucho mejor.
Ellos dicen que han crecido, y sin embargo uno no puede evitar que la memoria se le vaya de vez en cuando a sus anteriores cuatro álbumes de estudio. Las voces corales de A.J., Nick, Howie, Brian y Kevin siguen rayando a buen nivel y vuelven a demostrar que la producción de todos sus inéditos es tal vez la mejor que se puede encontrar actualmente.
Precisamente, el peso de algunos de los mejores productores se nota a lo largo de todo el álbum, tanto en el acertadísimo primer single Incomplete, como en el futuro segundo Just want you to know, donde sacan a pasear buena parte de la instrumentación presente en el CD dejando de lado las bases. Guitarras, batería y teclados se dejan sentir en cortes como Weird World, Climbing the walls o Crawling back to you.
Además, Backstreet Boys ha demostrado que los cinco años de ausencia le han servido para echar la vista atrás y empaparse de buenas referencias. Así, en Never gone encontramos una variada gama de canciones que mezclan lo mejor de artistas como Craig David (Poster girl), Take That (Weird World), Justin Timberlake y hasta Michael Jackson (My beautiful woman), con el sonido marca de la casa BSB.
No renuncia a nada el quinteto que demuestra además no haber perdido su toque romántico en temas como Safest place to hide, Lose it all o Never gone. Todo ello sin tener en cuenta I still y Siberia que como los propios músicos declaran, son sus favoritas.
De momento, Never gone no ha conseguido encaramarse a los puestos más altos en las listas de EE UU y Reino Unido (en España debutó en el nº 2), pero pese a ello Backstreet Boys aseguran sentirse muy orgullosos de este disco en el que hay que bucear a fondo para darse cuenta de que con más instrumentación, suenan mucho mejor.