La eterna aprendiz
Malú aterrizaba en la capital dentro de su gira por toda España para presentar en la sala La Riviera los temas de su nuevo álbum, <i>Malú</i>
Una de las pocas solistas españolas, exceptuando ex triunfitos y Mónica Naranjo, capaz de llenar escenarios multitudinarios con poco esfuerzo, se presentaba anoche en la sala La Riviera de Madrid. Lo hacía con todo el papel agotado y dentro de una extensa gira que, como queda dicho, hacía un alto en la capital.
Había ganas de verla, al menos por parte de su público de siempre, el que nunca falla, y el que la acompaña allá donde vaya. Malú era conocedora de ello y durante más de 45 minutos se hizo de rogar antes de saltar al escenario entre gente que pitaba pidiendo su asistencia y gente que rompía a aplaudir en cuanto la madrileña hizo acto de presencia.
Ayer eran muchas las personas que abarrotaron el local para ver a la "eterna aprendiz". Eterna porque aunque ninguno de sus últimos álbumes haya logrado el mismo impacto de aquel con el que saltó a la fama en 1998, Aprendiz, sus incondicionales nunca la perderán de vista.
Poquito a poco, Malú fue metiéndose al respetable en el bolsillo. 18 canciones y una hora y medio de directo en el que pese a presentar su último trabajo discográfico, homónimo, las principales ovaciones recayeron en algunos de sus éxitos de siempre (Aprendiz, Toda, Por una vez o Ven a pervertirme. También en esto es eterna.
Sobre el escenario, la vocalista disfrutaba. Se entregaba con esa mezcla de pasión y desgarro que tienen sus canciones más el toque flamenco que le viene de familia y ayer también a cargo de Sabu Porrina al cajón. Pero lo curioso es que no termina de entrar ni al pop ni al flamenco desmarcándose de estas con canciones más propias de una discoteca como Toda y Como una flor.
Así transcurrió su cita con la capital, haciendo desfilar pocos de sus nuevos temas (Te conozco desde siempre, Diles, Amor de hielo y sal, Sabes bien, Háblame y Eres el agua) junto a la mayoría de sus canciones más conocidas, culminando la noche con un medley (Si tu me dejas, Duele, Todo anda mal, Nada) y un par de bises.
Malú no estuvo acompañada ni por Alejandro Sanz, ni por Antonio Orozco, ni por David DeMaría, especie de ?padrinos? que la han acompañado en su escalada a la fama. Ahora la cantautora tiene todavía por delante una treintena de conciertos en una gira que la mantendrá ocupada hasta el mes de octubre y donde tendrá que demostrar que no siempre será la eterna aprendiz.