Un testigo dice que la madre del acusador de 'Jacko' rechazó un soborno
La defensa sigue manteniendo que la acusación busca lucharse
Jamie Masada, propietario del club Laugh Factory de Hollywood, también recordó una llamada desesperada de la madre después de que fuese emitido Viviendo con Michael Jackson, en la que decía que ella y su familia estaban siendo retenidos contra su voluntad en el rancho Neverland del cantante.
"Estaba llorando, diciendo: ¡Dios mío, me tienen retenida aquí!", dijo Masada. "Dijo: nos están reteniendo a mí y a mis hijos en contra de mi voluntad. Necesito salir de aquí", añadió.
Masada es una figura clave en el caso de abuso de menores contra Jackson. En el 2000, trató de que Jackson conociera al muchacho cuando éste se hallaba en medio de lo que sus médicos aseguraban que era un caso terminal de cáncer.
Masada, quien nació en Irán y dirige un campamento para niños discapacitados en Los Angeles, dijo que conoció a la familia en 1999 y luego continuaron la amistad. Asimismo, aseguró que había visitado al niño en el hospital y le había dado dinero.
Aunque Masada no conocía a Jackson, llamó a unos intermediarios, entre ellos el productor de música Quincy Jones, para tratar de conseguir que el cantante llamara al muchacho al hospital.
Jackson llamó al niño y lo invitó a visitarlo en su hacienda Neverland, según Masada, quien después aclaró que nunca estuvo seguro de si fueron sus esfuerzos los que dieron tal resultado.
Masada dijo que sabía que alguien quería dar a la madre una sustanciosa cantidad de dinero, aunque el misterioso benefactor no fue identificado en el juicio.
El testigo dijo que la madre rechazó una oferta diciendo: "Lo único que necesito son amigos, lo único que necesito es una oración, rezar es todo lo que necesito. No necesito dinero".
El testimonio se opuso a la principal teoría de la defensa, que cree que la madre se está aprovechando de la popularidad de Jackson para obtener un beneficio económico de las acusaciones de abuso sexual de menores.