En estado de gracia
Uno de los paseos de los estadounidenses en España
Disfrutar del mejor momento creativo de un grupo de la calidad artística de Wilco es una experiencia inigualable. Así se sentía el público que abarrotó la sala Azkena de Vitoria para escuchar a la banda liderada por un Jeff Tweedy en estado de gracia. Wilco consiguió transformar la primera sensación de estar asistiendo a algo único en una realidad que transformó a los asistentes a tenor de sus caras al finalizar un concierto de dos horas largas. La banda basó el directo en sus dos últimos (y mejores) álbumes Yankee Hotel Foxtrot (2002) y A Ghost Is Born (2004). Para cada momento, Wilco utilizaba una receta diferente. Intensos, sutiles, arrebatadores, enérgicos. Ingredientes anclados en las raíces de la música americana, aderezados con elementos experimentales, incluso con ruido, para lograr alta cocina. Desde el susurro del comienzo con Hummingbird y I Am Trying to Break Your Heart hasta los más de diez minutos de la apoteósica Spiders (Kidsmoke) con la que cerraron la primera tanda del show. El alto nivel compositivo de Tweedy sube enteros en directo gracias a la gran formación actual de Wilco. Seis personas sobre el escenario que interpretan las canciones con un pulso sin parangón.
Wilco ofreció una bis final de media hora en la que aprovechó para sacar el lado más clásico y rockero de sus álbumes anteriores. Canciones como Outtasite (Outta mind), Kingpin y Monday de Being there (1996) lograron un potente cierre para un concierto de esos que jamás se olvidan.
Wilco finaliza hoy su primera gira por España en Madrid (21:30 horas, sala Divino Aqualung).