Noche con cierto duende en La Riviera
David DeMaría desembarcó anoche con sus <i>Barcos de papel</i> en La Riviera de Madrid. Dos mil seguidores pudieron disfrutar anoche del directo de un jerezano que triunfa con su <i>pop-rock-flamenco</i>
De la densa niebla artificial que cubría ayer el escenario de La Riviera, aparecía uno de los compositores españoles con más talento y uno de los cantautores con más gancho entre la gente joven de los últimos tiempos. Y con últimos años referimos a los más de ocho años que David DeMaría lleva en la primera fila del panorama musical español.
Desde los 19 años se inició como solista. Este joven que ahora tiene 25 años se ha labrado su carrera musical a golpe de guitarra y dedicando muchas horas a la composición. Y es que además de sus cinco discos, David DeMaría (1997), Soñar despierto (1998), El color del destino (2001), Sin miedo a perder y Barcos de papel (2004), algunas de sus letras han pasado a la voz de cantantes como Los Caños, David Bustamante o Alejandro Parreño.
Nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1976, lleva casi una década intentando conquistar a un público que ayer en Madrid llenaba la sala La Riviera. No es de extrañar que desde el primer momento DeMaría se quisiera entregar a las 2.000 personas que llenaban el recinto. Se le veía a gusto en el escenario y con ganas de ganarse, aún más, a su público.
Sin embargo, a la gente le costaba ?arrancar?. Parecía como si algo faltase. Pasaron los dos primeros temas pero el ambiente no terminaba de ser el adecuado. Hasta que comenzaron a sonar los primeros acordes de Barcos de papel, que el cantante dedicó a Madrid ciudad en la que vive desde hace cinco años, y entonces sus incondicionales se olvidaron de llevarse a casa un recuerdo del concierto en forma de fotografía y comenzaron a gozar de la noche.
El jerezano por fin disfrutaba en el escenario. Veía que poco a poco se estaba metiendo al respetable en el bolsillo. Mezclando temas de su anterior álbum, Sin miedo a perder y de último trabajo El estrecho se hizo eterno, David DeMaría llenaba cada vez más el aire de La Riviera con su particular estilo mezcla de pop, rock y flamenco.
El público ya seguía nota a nota cada canción y David preparaba su plato fuerte. Había llegado el momento clave de la noche. Se abría el repertorio de hits del cantautor y sus parroquianos empezaban a vibrar. Las gargantas del gentío se hacían oír por encima del cantante entonando cada palabra de cada canción. Fueron los éxitos que han marcado su carrera: Precisamente ahora, Amor multiplicado por dos, Cada vez que estoy sin ti y Niña piensa en ti.
Durante y después de cada canción se escucharon las palmas. Palmas cortadas para marcar el ritmo y ovación cerrada al final para premiar las raíces flamencas en que la música del de Jerez se arraiga. Desde ahí hasta el final todo fue como la seda para el cantautor, cerrando el concierto con el sonido rumbero de Tus desaires y versionando Aviones plateados de El Ultimo de la Fila, grupo del que se declara fan.
Así terminaba algo más de hora y media de buena música española con sabor andaluz y en el que por una noche, los ?Barcos de papel? llegaron a buen puerto en Madrid.