Alicia Keys pide acciones contra el SIDA en Africa
La cantante participará en un concierto benéfico
Billboard.com publica las declaraciones de Alicia, que se muestra seriamente preocupada por este tema. "Imagínate por un momento la histeria que habría en los medios de comunicación si 25 millones de americanos, muchos de ellos niños, muriesen de una enfermedad tratable porque la medicación es demasiado costosa. Imagina que otros 42 millones de personas están infectadas y no tienen ninguna esperanza de tratamiento. Esto es exactamente lo que está pasando en Africa".
En un viaje realizado por la artista al continente, observó que según las estimaciones unos 100 millones de personas se contagiarán de SIDA antes del fin de esta década.
Por otro lado, también observó que menos del 1% de los afectados de SIDA tiene acceso al tratamiento que tanto ha mejorado la calidad de vida de los enfermos en otras partes del mundo.
"La enfermedad es más que una catástrofe humanitaria, es una crisis moral que destruye países enteros", declaró Alicia. "Esto debería ser tan importante como la guerra contra el terrorismo o la reconstrucción de países como Afghanistan o Irak. Debería cobrar la importancia que tendría si fueran nuestros hijos los que están muriendo".
Alicia Keys pertenece a la ONG Keep a Child Alive (www.keepachildalive.org), en la que figuran también Rod Stewart, Good Charlotte, Cher, Nelly, Josh Groban o Avril Lavigne. La organización ha implantado programas específicos en Kenia, Sudáfrica, Uganda y Ruanda, planteando en Nueva York una cita especial el próximo día 1 de diciembre con la intervención de grandes artistas, con el fin de recaudar fondos para sus actividades.
Así, el concierto benéfico contará con la propia Alicia Keys así como con Roy Ayers, Babyface, Common, Anthony Hamilton, Angelique Kidjo, Lenny Kravitz, Mos Def, Lou Reed y Angie Stone, aunque queda sin desvelar la identidad de un invitado sorpresa. Alicia afirma, a propósito de realizar acciones en contra de la enfermedad, "Todos debemos implicarnos, usar nuestro talento y poder profesional para crear y alimentar un movimiento global. Si no lo hacemos así, seremos conocidos como 'la generación que no tuvo compasión".