Un hombre tranquilo muy despierto
Su tercer disco en solitario es la radiografía de un hombre sobrecogido. Manolo rellena Ardió mi memoria de imágenes apocalípticas; en Sólo un poco y Una playa calma reflexiona sobre el desamparo (?sentí congoja y soledad aquella mañana de tormenta?); habla de ?los aciagos días en los que no camino? (Vive en mí un recuerdo); y no esconde su desconcierto: ?Hoy no sé ni quién soy, no sé ni adónde voy? (Éramos). Con un sonido mestizo (calambrazos de rock, percusión de samba, palmas flamencas, cuerda magrebí), y respaldado por unas melodías convincentes, utiliza metáforas idílicas para reivindicar la belleza como respuesta. Para que no se duerman las conciencias.