La música rinde pleitesía a Neruda en un emotivo concierto en Barcelona
Serrat, Sabina, Miguel Ríos, Ana Belén, Víctor Manuel, Drexler y Guerra, entre otros, recordaron al poeta chileno
Una presentación virtual del poeta gaditano Rafael Alberti dio paso a las palabras de Neruda: "Buenos días, ¿puedo pasar? Soy Pablo Neruda. Soy poeta", se oía.
Mientras la voz de Neruda resonaba en el recinto olímpico barcelonés, sobre un escenario simbólico con el cielo estrellado y la campana de Isla Negra, diseñado por Manuel Huerga, un Neruda ficticio, interpretado por Julio Jung, actor que ya dio vida al poeta chileno en la película Ardiente paciencia, de Antonio Skármeta, deambulaba bajo la simbología nerudiana.
El concierto se inició pasadas las 21,30 horas con una versión pop de El monte y el río de Jorge Drexler y otra de Para que tú me oigas, uno de los Veinte poemas de amor y una canción desesperada, a cargo de Carmen París.
A la versión aflamencada con tonalidades de tango de Miguel Poveda de Me peina el viento los cabellos, siguió la adaptación musical que Víctor Manuel hizo de Plenos poderes, una de las muchas declaraciones de principios del poeta: "Y no me canso de ir y de volver, no me para la muerte con su piedra, no me canso de ser y de no ser".
La cantante de Presuntos Implicados, Sole Giménez, quizá la voz más nítida de la noche, junto con las de Ana Belén y Pedro Guerra, dejó su personal huella con un toque de jazz al cantar el poema Casa.
La mexicana Julieta Venegas, por su parte, tiñó de pop latino el poema A callarse. El tinerfeño Pedro Guerra interpretó el Neruda más acústico e íntimo con el soneto de amor Antes de amarte.
La primera gran ovación de la noche se la llevó Miguel Ríos, que cantó Oda a la tristeza, con la que, como él mismo decía ayer, cierra el círculo de los estados de ánimo después de haber cantado la Oda a la Alegría de Schiller.
Miguel Bosé evocó al Neruda más enérgico con su versión por momentos turbadora y desasosegante de Walking around, poema que pertenece a Residencia en la tierra y Ana Belén cantó la Tonada de Manuel Rodríguez, un clásico del compositor y amigo íntimo de Neruda Vicente Bianchi.
Antonio Vega, con una versión acústica de No te quiero sino porque te quiero dio paso sobre el escenario a Estrella Morente, quien en sustitución de su padre Enrique Morente, vistió de flamenco el poema ¿Quiénes se amaron como nosotros?.
En el final del concierto, quizá los dos cantantes más admirados y ovacionados por el público, Joaquín Sabina, que tras leer un poema propio dedicado a Neruda, convirtió en bolero Amo el amor de los marineros, y Joan Manuel Serrat, que travistió de tango el más popular poema de Neruda, Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Como broche final del espectáculo, todos los cantantes que participaron en el homenaje al poeta chileon interpretaron juntos El monte y el río.