La 'beatlemanía' renace en San Petesburgo con Paul McCartney
El músico británico ofreció en la ex capital rusa su segundo concierto dentro de territorio ex soviético
El recital, incluido dentro de su gira europea 04 summer tour que despegó en Gijón el 25 de mayo, comenzó con una demora de casi hora y media, pues los asistentes tuvieron que formar largas filas para pasar por detectores de metales y cordones de seguridad muy estrictos.
Sin embargo, el ambiente era festivo y reinó la beatlemanía en la plaza ubicada fuera del Museo Hermitage. Algunos de los asistentes agitaban objetos de recuerdo de The Beatles y vestían con orgullo camisas del afamado cuarteto de Liverpool.
El público, entre el que se encontraba la gobernadora de San Petersburgo, Valentina Matviyenko, cantó junto con su ídolo los clásicos Yesterday y Let it be. Pero la mayor respuesta de los asistentes al concierto se produjo cuando sir Paul entonó Back in the USSR, canción que el pasado año tuvo que interpretar dos veces en su concierto en la Plaza Roja de Moscú, el primero que ofrecía en el territorio de la antigua Unión Soviética (URSS).
McCartney salpicó su concierto con frases en ruso como "Hola, chicos", "Estoy muy contento de estar aquí", "Gracias, San Petersburgo", cada una de las cuales arrancó ovaciones de la multitud.
El concierto, presuntamente el número 3.000 en la carrera de McCartney pero su primero en San Petersburgo, ocurrió en el momento más alto de las famosas Noches Blancas de la ciudad, donde el sol se oculta ligeramente en el horizonte antes de comenzar a levantarse otra vez. Sin embargo, el clima de ayer era lluvioso y había nubes que ocultaron el sol.
Durante la era soviética la música de The Beatles estuvo prohibida oficialmente al considerar las autoridades que era una influencia corruptora de Occidente. Los jóvenes de la época tenían que escuchar a escondidas canciones como Let it be, Yesterday o Imagine. Sin embargo, la fiebre por The Beatles en la Unión Soviética era tan o probablemente hasta más fuerte que en otras partes del mundo, quizás porque era algo prohibido.