Sting lanza su mensaje de amor ante 10.000 personas en Barcelona
El músico británico actuó anoche en el Palau Sant Jordi dentro de la programación del Fórum 2004
La actuación de Sting comenzó a las 22 horas, con puntualidad británica, una hora después de que lo hiciera la telonera Nellie McKay. La personal voz de la londinense, que en algunos momentos podía recordar a la de Suzanne Vega, interpretó alguna canción en español dentro de su repertorio que duró unos 25 minutos.
En las cerca de dos horas que estuvo sobre el escenario, Sting interpretó una veintena de canciones, una combinación de temas de su nuevo álbum con cortes que forman parte ya de la historia de la música pop como Roxanne, Every breath you take, Synchronicity o Walking on the Moon, pertenecientes a su época como cantante de The Police.
El show arrancó con dos de los temas de Sacred love (2003), Send your love e Inside. Si en el primero propone una solución para salvar al ser humano, en la otra canción aboga por el amor sin límites como única alternativa para alcanzar esa salvación. "En el interior, las puertas del amor están cerradas", canta Sting en Inside, con los acordes de la guitarra acústica de fondo.
Para arropar sus canciones-mensajes, Sting utilizó una iluminación intimista y varias pantallas a modo de telón de fondo sobre las que se proyectaban imágenes de naturaleza, siluetas humanas casi espectrales o sensuales bellezas femeninas de todos los continentes, acorde con la categoría de "políticamente correcto" que el músico se ha ganado en su carrera artística en solitario.
Minutos después ofreció a un público entusiasta, que no abarrotó el Palau Sant Jordi el bluesístico Forget about the future, Dead man's rope, Wenever I say your name, tema que en el álbum intrepreta a dúo con Mary J. Blige y que en directo cantó con una de las voces femeninas del coro, y Synchronicity II (de The Police), con el que llegó el primer éxtasis colectivo de sus seguidores.
El concierto prosiguió con I was brought to my senses, que se inicia con un tono de balada con Sting pellizcando las cuerdas de su guitarra; las populares Fragile y Fields of gold, muy celebradas por el público; y seguidamente el tema que da título a su último álbum, Sacred love.
En el ecuador de la velada, uno de los temas centrales de Sacred love, This war, en el que el cantante destila su oposición a la guerra de Irak y critica las consecuencias que ha tenido el conflicto para la población, y, para que no queden dudas, en las pantallas del fondo del escenario aparecen aviones bombardeando ciudades y pozos de petróleo en impetuoso frenesí extrayendo el crudo.
En la segunda hora del concierto, el ex fundador de The Police tiró de repertorio clásico con algunos de los temas que le convirtieron en músico de masas como Walking on the Moon y, sobre todo, Roxanne, que provocó el alborozo del público.
La velada se cerró con Never coming home, aunque Sting regaló a sus fans otras cuatro perlas de su prolífica trayectoria: Desert rose, If I ever lose my faith, Every breath you take y A thousand years.