?La oportunidad de Los 40, muy especial para mí?
Realizó el pasado 15 de abril una maratoniana gira promocional
David Bisbal comenzó en Madrid una experiencia única para él: pasar por cuatro de las ciudades más importantes del país en un solo día para encontrarse con sus seguidores y entrar en directo para las emisoras de Los 40 Principales con Sira Fernández. A las 07.30 horas. Bisbal despertó en su hotel con ganas de empezar. ?Esto va a ser como el Tour de Francia?, dice. Con él, catorce personas viajarán en el avión entre discográfica, radio, medios de comunicación y gente de su entorno. Todos le dicen que terminará agotado, pero lo tiene claro desde el principio. ?El que va a estar loco por acostarse en Barcelona vas a ser tú?, le dice al cámara de 40TV. Comienza la aventura.
08.00 horas. El cantante llega a Radio Madrid para participar en Anda ya! con Juanma Ortega y compañía. Fresco como si llevara levantado horas, saluda a todo el que se lo pide y alucina ante un Boris Izaguirre (de mentira, claro) que le desea suerte para el día vía telefónica. Durante la emisión se explica la agenda del día y David pasa a otra sala con los diez fans que ganaron el concurso para verse con él, hacerse una foto y charlar un poco. Todos muy prudentes, se interesan por el cuidado de su pelo, la futura gira o cómo se prepara físicamente para jornadas como la que le espera. Tras un zumo y despedirse de los jóvenes, todos al aeropuerto.
10.30 horas. ?Estarán todos los tornillos apretados, ¿no??, dice ante un espectacular jet de 14 plazas y 25 toneladas, 20 metros por 20 y equipado con todo tipo de comodidades. Cada vez que sube y baja hace un repaso de lo vivido ante las cámaras de 40TV, que el 5 de mayo emitirá un resumen especial con todo lo ocurrido. En el avión, aprovecha para comentar con Eva Cebrián, directora de la Academia de Artistas, los detalles de su futura gira, que comienza el 21 de mayo en Córdoba. ?Tengo mono de escuchar a la banda, el piano clásico, y sentir los metales aquí, en el estómago?, dice. ?La promoción está muy bien porque se conoce mucha gente, pero como el directo...? Serán 81 conciertos, ?porque, sinceramente, la acogida del disco en España ha sido mayor de lo que esperaba, y ahí que corresponder?.
11.30 horas. Llegada a Sevilla. Ante casi medio millar de seguidores demuestra una vez más su desparpajo. ?Lo que está haciendo la radio hoy es muy especial para mí?, asegura. Allí cuenta que América es más duro porque se empieza muy temprano, pero también tiene remedio para eso: ?Huevos revueltos, salchichas al vino y mucho zumo?. Tras marcarse unas sevillanas, como debe ser, entra en directo de nuevo para Los 40. ?Anda que he hablado mucho, ¿no??, dice al terminar una conexión de cuatro minutos. Aquí también saca unos minutos para los diez ganadores del concurso sevillano, y a la salida, una policía le amenaza con detenerlo si no le firma un autógrafo (no es broma). Ya le han preguntado por Chenoa, y lo deja claro: ?Todo bien, he pasado la Semana Santa con ella descansando en casa. Todos estos rumores sólo perjudican a la prensa del corazón, que no sé qué credibilidad pueden tener tras anunciar tres rupturas y cuatro embarazos?. En el avión, ve en una de esas revistas una foto de la pareja paseando por Barcelona. Resignado, la cierra y toma un refresco.
13.45 horas. Este ritmo es esporádico para muchos, pero para Bisbal es prácticamente diario, así que en lugar de picotear prefiere un almuerzo sano en el avión camino de Valencia: ensalada con espárragos, carne de ternera con guarnición, un plátano y un momento de relax: ?Se busca el descanso en los parones, el momento de tranquilidad del día que casi todo el mundo necesita?, comenta. La llegada al aeropuerto de Valencia es una pequeña locura, desbordante. ?Cuando hay tanta gente todo me pasa como una exhalación: la gente, las preguntas de las cámaras... lo recuerdo como si hubiera sido un sueño?. Y su secreto es, sin parar, atender a todo el que puede, pero sin parar. Sería la perdición. Y es cierto.
15.10 horas. Camino del Palau de la Música de Valencia, el asombro es general: persecuciones automovilísticas en pleno centro para verlo por los cristales del minibús. En el recinto, más de 1.300 personas le esperan; era imposible mantener silencio para la conexión radiofónica que hacía Sira Fernández con el nuevo vídeo, Oye el boom, en una pantalla gigante. ?Esta alegría es mi energía?, contesta a una pregunta. Le tiran peluches, colgantes y él no para de cantar, aunque sea consciente que el tiempo juega en su contra y que la megafonía no está preparada para eso. Pero no para, casi se deja la voz. El esfuerzo esta vez ha sido mayor, y se detiene un poco para tomar un refresco. En Valencia comenta sus próximos proyectos, además de los conciertos: irse a Chicago para grabar un Básico con una radio americana, asistir a los premios Billboard y, en Navidad, editar un DVD de la gira con muchísimos extras. Hay Bisbal para rato.
Entre los diez seguidores valencianos hay tres con un aparente ataque de histeria, un problema menor ante algunas peticiones de sus seguidoras americanas, que incluso piden llegar a algunas de las partes más íntimas de su cuerpo.
18.20 horas. Rumbo a Barcelona, rumbo a casa. Bisbal se queda dormido más de medio trayecto apoyado en un peluche gigante de Piolín. Ya en la Ciudad Condal, un gran atasco casi impide llegar al World Trade Center a la hora estipulada (20.00 horas), pero al final todo queda un susto. Ante los seguidores catalanes muestra en directo su máximo número de vueltas de una tajada (hasta ocho), y le regalan El arpista ciego de Terenci Moix, que una fan sabe que quería leer. ?Están en todo?, dice él, orgulloso de sus seguidores. Antes de salir, el encuentro con los fans. Aunque Bisbal dice que sería capaz de ir a otra ciudad más, tiene conciencia de lo cerca que está su casa y tiene ganas de relajarse en la intimidad.
21.00 horas. Se despide de todo el equipo que ha viajado con él y, camino del minibús que le llevará al hogar, dulce hogar, admite haber vivido una experiencia única. Ha sido un día agotador, y al día siguiente marcha a firmar discos a Coruña, pero no ha habido un momento en que Bisbal haya perdido el ánimo: ha estado pendiente de todo el mundo, no ha tenido un feo con nadie (y no todos los fans son iguales) y ha disfrutado de la experiencia. Misión cumplida.
