SGAE repartió entre sus socios 262,5 millones de ? en 2003
Estos beneficios suponen un 6 % más que en el ejercicio anterior
Esta sensible mejora ha sido posible, según Bautista, pese a los coletazos del estancamiento económico internacional, las dificultades que atraviesan algunos países hermanos de la América Latina y la prolongada caída del mercado discográfico en todo el mundo. La SGAE considera que el "esperanzador resultado" sirve para remontar el bache de 2002 y "para que los socios puedan combatir este periodo de crisis aguda con una mejor capitalización de sus carreras profesionales".
A tenor de los resultados obtenidos por la entidad en 2003, Bautista calificó de "razonablemente buena" la salud de la cultura española y recordó que "sólo la venta de discos" (17 millones de unidades fueron copias pirata) es el único elemento tangible en el que se aprecia una clara bajada del mercado.
Los ingresos totales de la SGAE en el ejercicio recién concluido ascendieron a 268,7 millones de euros, un 5,2 % respecto a 2002.
Las distintas fuentes de ingresos para los creadores presentan un saldo positivo durante 2003: muy significativo en el caso de las Artes Escénicas y Musicales (un 15,4% de aumento) y de la Comunicación Pública (10,7% de subida), y discreto en los capítulos de Radiodifusión y Cable (1,8%), Reproducción Mecánica (1,5%) y Explotación Internacional (0,7%). En este último apartado sigue pesando como una losa la crisis económica latinoamericana y el severo impacto de la piratería en aquellos países.
Preguntado por el programa del PSOE en materia cultural, Bautista destacó que es "claramente respetuoso hacia los derechos de los creadores" y se congratuló de la paralización del borrador para una nueva Ley de Propiedad Intelectual, "redactado en términos muy lesivos para los autores". Asimimso, también indicó que el programa del PP hacía mención a este asunto desde el respecto de esos derechos. "Una Ley como ésta no puede hacerse de espaldas a los creadores", añadió.
El informe de SGAE señala que a lo largo de los últimos doce meses, algo más de 4.600 nuevos creadores se dieron de alta lo que coloca a esta entidad ante una cifra superior a los 77.000 socios, entre autores, compositores, cineastas, guionistas, coreógrafos y dramaturgos, entre otras profesiones.
El origen de los ingresos que la SGAE reparte entre sus socios se distribuye en los siguientes grandes grupos: 84 millones de euros proceden de la radiodifusión y cable; 60,8 millones de euros se generan a través de la comunicación pública, esto es, la ejecución de obras musicales y audiovisuales en locales y establecimientos de todas las características.
Por su parte, 56,4 millones de euros corresponden a la venta de soportes (discos, casetes, audiovisuales y material multimedia), con una caída de 7,6 puntos respecto a 2002; 11,45 millones de euros se ingresan merced al canon de copia privada; 16 millones figuran en el capítulo de música en vivo; 12,7 millones corresponden a las representaciones y radiodifusiones de obras dramáticas; y 24 millones se obtuvieron por la explotación del repertorio de la SGAE en el extranjero.
La crisis del mercado discográfico español (e internacional), lejos de remitir, parece agudizarse, según la entidad de gestión. Sus ventas de 2003, por valor de unos 550 millones de euros, representan un recorte de un 6% respecto a la temporada anterior. El total de ejemplares vendidos apenas alcanzó los 64 millones (frente a los 71 del año precendente), lo que corrobora que España vuelve a estar por debajo del listón psicológico de los dos discos comprados por persona y año.
Sin embargo, Bautista recordó que la música española predomina en el repertorio, con una cuota de mercado próxima al 55%. Entre los títulos más vendidos del año figuran No es lo mismo (Alejandro Sanz), Lo que te conté mientras te hacías la dormida (La Oreja de Van Gogh), Eurojunior Festival (varios), Fantasía y realidad (Alex Ubago), Así soy yo (David Bustamante), Semilla del silencio (Antonio Orozco) y Operación Triunfo I y II.
El año recién concluido es más positivo en lo que se refiere a la música en vivo para los conciertos de música popular, que generaron 14,4 millones de euros en derechos de autor (un 10% más). La clásica tuvo que conformarse con 3,5 puntos de subida: de 1,5 a 1,55 millones.