El derecho a ser felices
La artista gaditana habla de su nuevo trabajo discográfico, <i>Auténtica</i>
UN SEGUNDO PASO CON FIRMEZA. Mercedes Trujillo Callealta es una guapísima gaditana de veintitantos y referente de la cara más culta del sur del Sur. "En la universidad aprendes a expresarte, a desarrollarte como persona y conocer mejor a los demás; eso también es importante para ser artista", dice. En la mano derecha, el tatuaje de una clave de sol. En la muñeca izquierda, un símbolo "muy personal". Y un deseo: dedicarse a esto de la música "sólo unos ciento treinta años, más que los Triana Pura".
?Tu primer álbum, Mi sueño, se abrió camino poco a poco, como le gusta a los artistas primerizos, y superó el disco de platino. ¿Qué balance haces de aquella primera aventura?
?Al principio me costó. Después de toda una vida haciendo canciones y grabando maquetas, me tocó debutar en pleno bombazo de Operación triunfo. Parecía que no cantaba nadie excepto esos 16 chavales. Así era difícil decir 'hola, yo también canto'. El público no estaba por la labor de aceptar a artistas ajenos a ese programa. Pero bueno, la gente me fue conociendo gracias a mi canción No me pidas más amor y, sobre todo, a Le deseo. Se vio que yo no era un artista de una sola canción.
?¿Fue un paso firme también en cuanto a la definición de tu estilo?
?No, pero por mi propia culpa. Yo compongo desde que me regalaron mi primera guitarra a los 10 años. Con ese disco no me había encontrado aún como compositora y como cantante. No me gustaba sonar tan latina: yo soy andaluza, no sudamericana. En el nuevo álbum sí me siento plenamente satisfecha del resultado. He estudiado todas las canciones al máximo y soy yo cien por cien. Por eso se titula Auténtica.
?El disco se ha grabado en Estocolmo con un equipo de productores suecos. ¿Fue fácil transmitirles tus apetencias musicales?
?Yo no canto flamenco ni copla, pero tengo ese punto caliente del sur, me gusta hacer mis gorgoritos. Quería mezclar las armonías andaluzas con el sonido fresco e internacional que me podían dar estos productores suecos.
?Ese era tu objetivo al componer las canciones de tu segundo álbum, marcar con mayor énfasis tu aportación a la vorágine, ¿no?
?Claro. Lo principal era volcar mis energías en conseguir ser yo. Un artista debe tener su personalidad y no hacer la música que ya hacen otros. En estos dos años de promoción he seguido componiendo. Ese es mi idioma. Es la forma de desahogarme, de sacar fuera sentimientos y emociones.
?¿Te ves guitarra al hombro sobre el escenario?
?A veces me lo sugieren, pero necesito mis manos para expresarme. Con la guitarra me veo como bloqueada dentro de una urna. Mi instrumento es mi voz, mi pasión, y quiero tener los cinco sentidos en ella. Aparte, me encanta bailar, y ahora llevo unas niñas guapísimas...
?De nuevo firmas la totalidad de las canciones del disco. ¿Te parece imprescindible controlar hasta ese punto los hilos de tu carrera?
?No, para nada. Si algún día llega un autor y me ofrece una gran canción la aceptaré encantada. Yo me considero más intérprete que compositora. De hecho, he cantado en orquestas canciones de otros y era muy feliz. Ahora defiendo mis canciones, que son experiencias que he vivido yo misma, y así canto con más pasión. De momento confían en mis canciones y me enorgullezco de eso.
?Un pensamiento sobre este álbum.
?Es un disco pop. Al haber trece canciones, he podido incluir baladas y medios tiempos además de temas moviditos. Y todas las canciones tienen un contenido, eso es importante.
?Para mensaje, el del primer single, Abre tu mente.
?Musicalmente, es una anécdota en el disco. Quise que sonara dance por quitarle crudeza al tema del que habla, el maltrato físico y psicológico de cualquier índole. Con mi respeto a las personas que lo sufren, quería dar un mensaje optimista sobre eso. Es un canto a la positividad, al derecho de las personas a ser felices, que la vida es preciosa. Y el videoclip transmite eso mismo.
?Por cierto, te vemos más segura de ti misma pero igual de sexy...
?A fecha de hoy no voy a ir con traje de chaqueta ni aunque me lo exija mi estilista [risas]. Yo soy fiel a mi personalidad. Por supuesto, en el escenario es todo más agresivo. Si la gente me ve sexy, yo encantada.