Segundo capítulo incluso mejor que el primero
Hoy en día es muy complicado encontrar un disco de once temas que tenga seis o siete prácticamente perfectos. Y el segundo álbum de Dido es una de esas rarezas. Es el segundo capítulo de No Angel, el álbum que en 1999 vendió más de doce millones de copias; pero multiplica el resultado de aquel. La voz de Dido ha crecido en matices, es ahora una caricia que casa perfectamente con unas bases rítmicas más contundentes y cargadas de resquicios raperos. Las canciones son sencillas, en su mayor parte simples melodías de guitarra, piano y voz; pero el disco vuelve a ser sobresaliente en los detalles, en los pequeños matices, en los arreglos. Un disco delicado, pero sólido.