Emoción inteligente
Seal rompe un silencio largo con 'Seal IV', un sorprendente álbum que supone un regreso sonoro a sus raíces personales y musicales
?¿Cuál crees que es la principal novedad de este álbum?
?Bueno, para empezar soy más viejo. Además creo que la composición de las canciones es mucho más elaborada.
?Tu proceso de creación es muy detallista, sueles dedicar mucho tiempo a cada disco. ¿Te consideras un perfeccionista?
?Sí, se podría decir que sí. Pero no es por capricho. La música que me gusta tiene un nivel tan alto, Stevie Wonder, Marvin Gaye, ... que considero que tengo que estar a la altura de lo que me inspira. Y eso requiere trabajo.
?Has vuelto a grabar en Londres y has recuperado ese sonido optimista inicial, tras la etapa más oscura que representa Human Being.
?Eso piensa mucha gente. En realidad creo que era el álbum más elaborado de todos, el más difícil de apreciar por su complejidad. Seguro que la portada de Mondino tenía mucho que ver con esa impresión, pero era lo que buscábamos. Aunque yo no creo que sea más oscuro, sino más profundo.
?Pero este nuevo disco suena mucho más esperanzador.
?Sí, en eso estoy de acuerdo. Es mucho más idealista. Pero yo creo que esa es una de las funciones de la música, ayudar a quien la escucha a salir de la realidad, a buscar ideas nuevas y encontrar algo de evasión, lejos de lo que ocurre en el mundo, de lo que ven por televisión.
?¿Crees que los artistas deben preocuparse por la realidad, que tienen cierta responsabilidad social?
?Sí, los músicos deberían ser más responsables. Es fácil asumir la libertad de expresión de la democracia, donde cada uno dice lo que quiere y vive como quiere, pero deberíamos tener un sentido autoimpuesto de responsabilidad. No tienes más que fijarte en los mensajes violentos del hip hop. El problema de la música rap es que resulta muy seductora, por su orquestación creciente, que engancha. Con los adultos no hay problema, porque tienen más criterio, pero los jóvenes no tienen esa información y creo que no les resulta tan fácil distinguir entre lo que es la realidad y lo que es mero entretenimiento. Por eso es necesaria esa responsabilidad, ya que si uno acepta que la música sirve para transmitir esperanza, debe comprender que la fuerza negativa de la música puede ser muy destructiva.
?Siempre has creído en el lado emocional de la música, ¿crees eso compatible con el estado actual de la industria?
?Es difícil, sin duda. Este mundo tiene dos lados, el artístico y el empresarial. Ahora hay un auge de programas musicales en televisión que lanzan a muchos nuevos artistas, y en principio no tengo ningún problema con eso. Pero no creo que haya auténticas estrellas, gente con ideas y cosas que contar, creo más bien que son vehículo, algo hueco. Es música de usar y tirar, y es una pena, porque algunos interpretan muy bien. Al final el público tiene su propio criterio, sabe elegir lo que quiere.
?¿Cómo recuerdas tus inicios? ¿Tuviste muchas barreras? ¿Crees que ahora lo tienen más fácil?
?Yo vengo de Inglaterra y allí la música siempre ha sido algo especial, se ha potenciado la calidad sin descuidar el factor industria. En EE UU lo hubiera tenido mucho más duro, pero en la música inglesa se dan más oportunidades a gente nueva y propuestas diferentes.
?No muchos artistas británicos consiguen triunfar a ambos lados del océano. ¿Cómo asumiste el éxito en su día?
?Me siento muy afortunado por ello. Yo tuve mucha suerte. Como artista quieres ser reconocido por lo que haces, es lo mejor que te puede pasar. Pero el éxito es algo muy complicado de asumir, tienes que tener las ideas claras para ser capaz de mantener la mente sana y no dejarse dominar por las influencias externas. Con el tiempo consigues tomar perspectiva y ves las cosas de otra manera, dando prioridad sólo a lo importante.
?¿Las ventas y los premios de tus primeros discos suponen una presión a la hora de trabajar?
?No, presión tiene la gente que vive en la calle, las madres sin empleo que tienen que dar de comer a sus hijos. Yo no tengo presiones, yo no tengo derecho a quejarme. Supongo que todo es relativo.
?Has vuelto a Londres después de muchos años para grabar de nuevo allí. ¿Cómo ha sido la experiencia?
?Genial. Creo que he vivido demasiado tiempo en Los Angeles. Creativamente sentía que tenía que volver a casa para recuperar algunas sensaciones perdidas con el tiempo. El sentirse en casa, rodeado de familia y amigos de toda la vida, de sonidos y paisajes conocidos, todo eso ha influido en el espíritu de este disco.
?¿Cómo ha sido volver a trabajar esta vez con Trevor Horn?
?Ha sido una de nuestras experiencias conjuntas más deliciosas y divertidas de todos los discos que hemos grabado. Son ya 14 años trabajando lado a lado y somos como un matrimonio profesional, lo que tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Cada uno tiene sus ideas, pero hemos aprendido a respetarnos y a construir con lo mejor de cada uno.
?Los dos temas estrella del disco son Get It Together, un tema bailable que suena casi como un himno, y Love?s Divine, una canción muy triste y conmovedora. ¿Son las dos caras de Seal?
?Sí, claro. No me gusta ser plano, es mucho mejor ser plural, no lineal. Y es algo que sirve para toda mi carrera. Los temas sobre los que me gusta cantar son complejos, como el mundo en que vivimos. En el caso de Get It Together quería transmitir un sentimiento de unidad, de acercamiento, y Love?s Divine es casi como una catarsis para conseguir superar los malos momentos. Hay que saber hacer cosas distintas, poder comunicarte en planos diferentes, y motivar al oyente. Este disco es deliberadamente diverso, para oyentes dispuestos a implicarse, a emocionarse y a vibrar. Es la única manera de establecer una conexión auténtica.
?Y eso se refleja también en los vídeos.
?Yo no tengo eso en mente a la hora de componer, pero sí me parece importante a la hora de plasmar una canción en imágenes salirse de lo cotidiano, que sea algo estudiado, impactar visualmente.
?Hace tres años decidiste retirar un disco que estaba listo para lanzar al mercado. Es una decisión muy poco habitual ¿Qué ocurrió?
?El disco estaba prácticamente terminado pero en un momento determinado fui capaz de reconocer que no era lo bastante bueno. Estoy convencido de que fue lo mejor. Fue más duro aún conseguir centrarme para empezar de nuevo desde cero. Pero algo queda de aquello en este álbum.