Ismael, cuéntanos otra vez
El cantautor grabó su nuevo disco <i>Principio de incertidumbre</i>, en dos conciertos en el teatro Lope de Vega
Como la letra de su canción insignia, Ismael Serrano congregó ayer a sus más fieles seguidores para ?contarles otra vez? algunos de los pasajes más destacados de su discografía. El cantautor vallecano ofreció, en el Teatro Lope de Vega de Madrid, el último de los conciertos de los que se extraerá el álbum Principio de incertidumbre, un doble CD en directo. Y lo hizo revisando sus letras más sentidas y comprometidas. Como si de una velada entre amigos se tratara, multitudinaria, eso sí, porque el teatro estaba repleto, a Ismael se le notaba cómodo, como pez en el agua. Su público de siempre no le había fallado y en las caras de todos había ganas de recordar viejos tiempos.
Su salida a escena fue recibida con un sonoro aplauso que se hizo continuado mientras interpretaba Ultimamente. Al margen del decorado con aires planetarios, había algo más llamativo que centraba la atención de los asistentes, algo que hacía especial la actuación. Era la primera vez que Ismael Serrano tenía tanta compañía en el escenario. Esta vez, su voz y su inseparable guitarra compartieron protagonismo con los acordes de once músicos, dirigidos por Fredi Marugán, que arroparon las lánguidas melodías del artista con ritmos mucho más llevaderos.
Tras un breve prólogo con declamación poética incluida y basado en un ?principio de incertidumbre que es lo que abre la puerta a la esperanza de que las cosas cambien?, según las palabras del propio cantautor, empezaron a sonar Vine del norte, Ya llegó la primavera y Kilometro 0, algunos de los temas que los fans de Ismael Serrano habían votado, en su página web, para que formarán parte de este doble disco.
Con un público entregado desde el principio, que coreó casi sin parpadear todas las canciones del artista, esta reunión de amigos empezó a tomar tintes melancólicos guiados por los comentarios y reflexiones en alto de un Ismael Serrano que demostró, una vez más, su pasión por la memoria, por recordar tiempos pasados para hacer el que nos ocupa algo mejor.
Para este particular viaje por el recuerdo, el cantautor quiso contar con la colaboración de alguno de sus colegas y Lichis fue uno de los que acudió a la cita. Extraña combinación de estilos y voces. Extraña pareja para un canción titulada así, La extraña pareja, que el cantante de la Cabra Mecánica e Ismael Serrano interpretaron al alimón sin desmerecer ni uno ni otro.
Entre frases hechas, historias interminables de amor y desamor, de encuentros y desencuentros, llegó la canción más esperada de la noche. Pero no la cantó él, que va, el público entero deleitó al cantante con un afinadísimo Papá cuéntame otra vez, que el artista cambió en el último segundo para recordar que ?antes morían en Bosnia y ahora mueren en Bagdad?, frente a un teatro entero en pie y aplaudiendo como si esa fuese la última canción de la noche.
Quienes le critican por obsesionarse con la memoria del pasado no deberían perderse canciones como Zona 0, un tema que habla sobre la guerra y el desastre del 11- S en EE UU. Éstos y otros acordes como los de Tierna y dulce historia de amor, sirvieron a Ismael Serrano para irse despidiendo de sus amigos al tiempo que soltaba por esa boquita todo tipo de pullas contra quienes apoyaron ese conflicto armado, y contra la situación política actual en España, y más concretamente, en Madrid.
Él es uno de nuestros cantautores más valorados. Canta lo que escribe, lo que piensa, no lo que le echen, y ayer quedó demostrado que (aún) hay quien prefiere eso a un multitudinario concierto perfectamente medido y programado. Después de más de dos horas de concierto, Ismael Serrano se quiso ir, pero no le dejaron, y a él no parecía importarle demasiado. Una, dos y hasta tres veces volvió a salir al escenario para cantar los bises. Seis canciones en total, que dejaron a sus ?amigos? más que satisfechos, hasta la próxima ?reunión? en la que Ismael ?nos cuente algo? una vez más.