Casi 40.000 personas asisten en Bilbao al despegue del 'Licks World Tour' en España
La veterana banda actuará mañana viernes 27 en Madrid, el 29 en Barcelona y el 5 de agosto en Benidorm
Casi 40.000 espectadores abarrotaron ayer el estadio San Mamés para asistir al concierto que inicia en España la gira de The Rolling Stones, Licks World Tour. Primero fue la larga espera y una descarga a base de fuego, humo y pura gloria del rock and roll, con Jagger en el legendario correteo de una esquina a otra del escenario. Era el principio. Después, desatado ya el delirio y con el aforo completo, la parsimonia de Richards y las tablas del grupo bastaron para electrizar el césped, las tribunas y hasta los palcos de cortesía, convertidos a última hora en atalayas de modernidad urbana. Jagger se mostró como un incansable Peter Pan del blues; Keith Richards arrastró su leyenda crápula con las poses conocidas, y Ron Wood y Charlie Watts ejercieron de convidados de piedra.
Temas imperecederos como Brown sugar, Start me up, You got me rocking y el nuevo Don't stop fueron los encargados de empezar a encender una velada en la que unos medios técnicos impresionante se dieron la mano con la veteranía y genialidad de una banda por la que poco parecen haber pasado los años. Por supuesto, en el recital de sus Sus majestades Satánicas en Bilbao no faltaron canciones ya clásicas de la formación como It's only rock'n roll, Honky Tonk Women o (I can't get no) Satisfaction (que se escuchó bajo una lluvia de confeti rojo). Después de dos horas de actuación, el único bis, con fuegos artificiales incluidos, fue Jumpin' Jack Flah.
Hace cinco años, la banda tenía una cita con el público de Bilbao, pero el show finalmente fue suspendido. Por ello, al comienzo del espectáculo el líder del grupo, Mick Jagger hizo referencia a aquel momento y se disculpó por lo ocurrido. "Azkenean hemen gaude? (finalmente estamos aquí), dijo el músico.