Todo lo que se esperaba
El cantante catalán presentaba ayer en un Básico 40 los temas de su nuevo álbum, <i>De otro color</i>
Sergio Dalma fue ayer en Madrid el nuevo protagonista de un Concierto Básico. Frente a prejuicios, el show estuvo pensado para que fuera más allá de lo que recordaban todas las en sus años de instituto empapelaban las carpetas con fotos del catalán y de sus chalecos. No obstante, que nadie se confunda, a ninguno de los presentes se le pudo ir de la cabeza en lo que duró la actuación que la vida pasa... como dice uno de sus temas. Y es que la Sala de Baile del Círculo de Bellas Artes de Madrid se llenó en la tarde/noche de ayer de veinteañeras (a punto de añadir un tres a su edad) con sus novios a las cinturas (aquellos con los que seguramente empezaban a soñar con música de Dalma de fondo). Menos mal que Sergio es un hombre incombustible, que se entrega en cada uno de los graves que da y eso, entre tanta "muestra de cariño", se agradece.
El músico quiso dar lo mejor de sí, de su discografía y puso toda la carne en el asador. Para empezar, encima de las tablas se hizo acompañar por multitud de instrumentistas (dos teclistas, un batería, un percusionista, tres guitarras, un bajo y una corista), se vistió 'de color' para la ocasión y mostró siempre la mejor de las sonrisas (ésas de las que él siempre ha podido presumir). Luego, además, y lo que era más importante, eligió de entre toda su discografía lo más destacado de hoy y algunos de los recuerdos de sus hits de antaño. Por supuesto, de su regreso al mundo discográfico, el álbum De otro color, el cantante presentó en vivo cortes como La decisión (con la que abría el espectáculo), Quiéreme hasta que te duela (una de las más aplaudidas) y, claro está, Déjame olvidarte (el laureado sencillo presentación del CD), entre otros.
Para ir despidiéndose de sus seguidores, Dalma centró en el final aquellos temas que a todos nos recuerdan épocas pasadas. La vida empieza hoy, Sólo una vez, La vida pasa y, cómo no, una llamativa versión de su eurovisivo Bailar pegados (¿alquien se podía imaginar que el corte cuyo clip se rodó en los jardines de Aranjuez podía recordar a una playa jamaicana?). Detalles estos que el vocalista comentó "eran las canciones que para vosotros (el público) son importantes". Detallismo para quienes se hubieran ido contentos, simplemente, con escuchar lo de siempre.