El mayor espectáculo del rock

NOCTURNIDAD Y ALEVOSIA. Después de casi siete años sin pisar un escenario español,Bon Jovi hace escala en la piel de toro para defender su último álbum, el triunfador Bounce. Serán dos auténticos macroconciertos, a celebrar en el Palau Sant Jordi de Barcelona (día 20 de mayo) y en el estadio La Peineta de Madrid. Las entradas para ambos shows están a la venta en Fnac, Madrid Rock, Tiendas Tipo y www.ticktackticket.com, y por teléfono en el 902 15 00 25. Os recordamos en las siguientes líneas algunas de las razones por las que no debéis dejar escapar la oportunidad de disfrutar del mayor espectáculo de rock del mundo. Aunque basta una sóla razón: Bon Jovi posee una cantidad ingente de canciones clásicas de la historia de la música eléctrica planetaria y sobre el escenario las entonan como una apisonadora.

Es la gira más esperada. El Bounce Tour 2003 arrancó el pasado 8 de diciembre de Melbourne, Australia, y recorrerá hasta el próximo verano países como Japón, EE UU, Canadá, Alemania, Austria, Holanda, Suiza, Irlanda, Escocia y Reino Unido. A España llegará, pues, estos días de mayo bien rodada, con toda la maquinaria engrasada. Un país, el nuestro, al que se han asomado los chicos de Bon Jovi en varias ocasiones en los últimos meses; parece que sienten especial predilección por su parroquia ibérica de fieles. A mediados de noviembre de 2002, ofrecieron un improvisado concierto gratuito en las Fuentes de Montjuïc, Barcelona, ante unos 10.000 enfervorizados seguidores, estancia que aprovecharon para darse un paseo por la academia más famosa de nuestra televisión, la de Operación Triunfo. Menuda cara de asombro la de los alumnos cuando vieron desfilar semejantes cabelleras, que dejaban en evidencia los bigudíes de Nina. Días después, asistieron también en la ciudad condal a la ceremonia de entrega de los European MTV Awards. Con ellos llegó el espectáculo...

Un disco incendiario. Un videoclip explosivo. Una imagen impactante. Todo lo que rodeó el pasado otoño la edición del álbum Bounce fue sensacional. El octavo álbum de estudio de la banda de New Jersey mantiene ese equilibrio perfecto entre piezas rockeras y baladas marca de la casa. Grabado en su totalidad en el estado natal del grupo, el álbum ha sido producido por Jon Bon Jovi, Richie Sambora y Luke Ebbin; este último ya se sentó en los controles en el cedé Crush, que vendió más de 8 millones de copias. Además, el genio de la mezcla Bob Clearmountain aportó los últimos toques mágicos. Bounce fue presentado con el single Everyday. Resulta realmente sorprendente el videoclip que los músicos grabaron como soporte del mismo. El mensaje que quisieron transmitir en el clip es que el mundo puede estar unido a través de la música y, con tal fin, las imágenes muestran una actuación del grupo en Socorro, Nuevo México, rodeado de antenas de radio.

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Espoleados por el éxito de Crush, Jon y Richie Sambora habían iniciado el proceso de escribir canciones para el siguiente álbum y estaban trabajando en Nueva Yersey cuando el mundo dejó de girar el 11 de septiembre de 2001. Las canciones que compusieron en los días posteriores a la tragedia mostraron esos sentimientos de desesperación. Es el caso del primer corte del disco, Undivided. En lugar de sumirse en el horror, la letra celebra el listón plateado que la nube negra nos ofreció. Undivided le habla a la individualidad de cada uno, no sólo a una ciudad o a un país, sino al mundo entero. Todos los hombres somos parte de un mundo más grande que es la humanidad. Somos más fuertes unidos que separados.

Otro aspecto sobresaliente de la última creación de Bon Jovi consiste en su particular acción contra la piratería musical. Cada cedé aporta una combinación numérica que permite acceder a áreas exclusivas dentro de la web www.bonjovi.com. Se trata de ofrecer al comprador de discos legales una posibilidad única para obtener varios alicientes: un tema inédito en formato MP3, mensajes del grupo en formato vídeo, comprar entradas de la presente gira mundial del grupo antes de que se pusieran en venta, etc. El pasado 18 de septiembre, Bon Jovi presentó en un club londinense este trabajo junto a Ray Davies, líder de los Kinks, que les acompañó en la versión del tema Celluloid Heroes. El concierto fue visto a través de pantallas de cine por fans de diferentes ciudades del Reino Unido y resto de Europa, amén de 376.000 cibernautas.

UNA HISTORIA DE ROCK CONTEMPORANEO

La laca que ha venido dando cuerpo a las melenas de los chicos de Bon Jovi desde hace 20 años parece haber cambiado su composición, dado el giro estilístico que el grupo ha imprimido a sus últimas creaciones. La historia de Bon Jovi ha estado, desde siempre, cargada de emociones extremas, flashes cegadores y neumáticas rubias de escándalo. Una vida digna de auténticas rock stars. Pero, como bien diría la maestra de baile de aquella famosa serie musical que se emitía en televisión, la fama cuesta; la banda comenzó a pagar por ella hace casi una década, al finiquitar momentáneamente su actividad como colectivo. Un paréntesis que ellos mismos consideraron como necesario: ?No queríamos caer en la rutina de disco, gira, disco, gira ?explica Jon?. Para evolucionar necesitábamos buscar nuestros caminos por separado y así lo hicimos?. Pero, como sucede en los mejores matrimonios, ante la distancia impuesta, siempre surge el anhelo de recuperar aquello que otrora te asfixiaba; de manera que aquellos rumores que apuntaban a una posible disolución parece habérselos llevado el viento: ?A nosotros nos gusta hacer música juntos ?señala el guitarrista Richie Sambora?. El desafío es crear nueva música. Nunca me planteo lo que hago como lo último, el último disco o la última gira; nunca creo que será la última vez que lo hago?.

Esta última etapa de la banda de Nueva Jersey abarca sonidos diversos y contemporáneos, algo alejados del clásico AOR (rock orientado a la FM) endurecido de sus primeros trabajos. Nos trae nuevos significados en las letras, aumentando las posibilidades estilísticas de esta banda con leyenda negra embarcada ahora en pleno proceso post redentorio. Mr. Jon Bon Jovi nos da entender la manera en la que parece haber acabado una época cargada de excesos. Parece que tanta actividad cinematográfica no será excusa suficiente como para alejar a Jon de su faceta como líder de Bon Jovi, tal y como muchos venían preconizando, o al menos eso es lo que él responde cuando se le pregunta si le resulta fácil compatibilizar el mundo del cine con el de la música: ?En este momento tengo que centrarme en la banda y eso es lo que pienso hacer. Pero por supuesto que son dos tareas compatibles?. Y es que al veterano músico le encanta compararse con el crooner por excelencia, cuando habla de compaginar varias disciplinas artísticas: ?Para mí, Sinatra tuvo lo mejor de cada lado. Él era otro tío de Nueva York que estuvo de gira hasta los 80 años y, además, hizo 60 películas?. Lo que aún no tenemos claro de Jon es si pasará al castellano alguno de sus himnos, como alguna vez ha prometido. ?Con el español y el italiano me defiendo aceptablemente ?explica Jon?. El español es una lengua con la que, fonéticamente, me encuentro muy bien. Nunca podría cantar en francés o alemán?.

Los años no parecen pasar por Bon Jovi, una banda consecuente con su época: ?Ahí están tipos como Mick Jagger o Bruce Springsteen, que son auténticos cincuentones y siguen siendo grandes figuras que aportan mucho al rock ?afirma Jon?. Eso es algo que relaja bastante. Con el tema ItZs my life, por ejemplo, pretendimos hacer algo más actual, algo nuevo, pero manteniendo el sonido clásico que el grupo ha tenido siempre?. Y es que parece que Bon Jovi pretenda desembarazarse de una piel de banda AOR a lo Boston que ya le pesa lo suyo, para pasar a transmutarse en una suerte de banda de rock con raíces, por eso de sobrevivir a la mera autocomplacencia que algunos de sus coetáneos siguen manteniendo como clave compositiva (caso del amigo Bryan Adams, por ejemplo). El futuro ya es presente en la historia de Bon Jovi, y este nuevo choque de canciones se ha encargado de demostrarlo con creces: ?Recuerdo cómo de pequeño solía imaginarme cómo sería el mundo en el año 2000. También me acuerdo de un día en que estaba en la cocina, en casa de mis padres, en 1983, hablando de nuestro primer disco, y preguntándome dónde estaríamos en el siglo veintiuno. Y ahora, aquí estoy?.

Pero la mejor manera, dicen los entendidos, de demostrar el estado de una banda es ver al grupo sobre un escenario; y parece ser que a nuestros neoyorquinos no les da grima en absoluto el asunto: ?Somos una gran banda en directo. Mejores que nadie. Y eso es evidente cada vez que tocamos. Existe una especie de magia cuando Richie y yo tocamos juntos, con Tico ahí detrás tocando la batería, eso forma el sonido de la banda. Por ello cuidaremos mucho el aspecto de nuestros futuros conciertos. Nos divertiremos, será divertido?.