Cuando los teatreros fabrican el mejor rock
Aunque suenan considerablemente menos fieros que como tienen acostumbrados a sus seguidores, lo cierto es que Brian Molko y compañía han vuelto a hacer un extraordinario disco de rock con ribetes glam, energía punk y un sonido casi minimalista en el que no caben casi más que los instrumentos que toca el trío. Irónicos, teatrales, apasionados y poco conformistas, Placebo siguen todo recto por un camino en solitario que poco tiene que ver con los caminos de rock de ahora. La cuadratura rítmica new wave de This Picture, la caña de Plasticine o el romanticismo encendido de The Bitter End devuelven a Placebo al lugar de los más grandes dentro del rock del siglo XXI.