A la medida del mercado
Estos muchachos se han marcado un segundo disco a la medida de quien los apoya. Guitarras tensas, aunque lo justo; fraseos que simulan la dureza del rap de la calle; otra voz más aguda que se encarga de dar forma a estribillos pegadizos que llenan las bocas y las mentes de chavales que empiezan a querer romperlo todo o que anhelan salir corriendo y gritar sus más secretas mutaciones internas. Los californianos Linkin Park no hacen nada nuevo. Y da la sensación de que no están aquí para hacerlo. Meteora está bien hecho, bien producido y no tiene ningún tipo de fisuras. Poco más de media hora con seis canciones que bien podrían ser singles. Otro par de ellas donde las bases y los sintetizadores marcan pautas que mueven los pies como hacían los éxitos de los ochenta. Dos detalles: Session, una curiosidad instrumental, y la última del disco, Numb, que les delata como buenos hijos del mercado.