Amaral se quita una espina en los Premios de la Música
El dúo consigue cinco galardones de los seis a los que optaba y se proclama el gran vencedor de la 7ª edición
Amaral estuvo a punto de hacer el pleno. Pero al final no pudo ser. De todas maneras, Eva Amaral y Juan Aguirre se quitaron una espinita que les quedó clavada en la última edición de los Premios Amigo. En la VII gala de los Premios de la Música partían como favoritos (con seis nominaciones) junto con Joaquín Sabina. Finalmente, los maños se llevaron el gato al agua y se hicieron fuertes en las categorías más importantes (Mejor Canción, Mejor Canción Pop, Mejor Album Pop, Artista Revelación y Autor Revelación).
Sabina sólo consiguió tres estatuillas, una de ellas fue la de Mejor Album de Pop por Dimelo en la calle. Luz, otra de las bazas importantes de la noche, sólo consiguió una de las cuatro a las que optaba y, en realidad, se la llevó el arreglista de la canción Tu perdón, Joan Albert Amargós.
Por su parte, los grandes derrotados fueron David Bisbal (nominado a tres categorías) y Las Ketchup. Éstas, que también optaban a varios galardones, vieron premiada su hazaña de vender más de siete millones de discos en la figura de su productor, Manuel Ruiz Queco, también autor del famoso Aserejé. Los murcianos M-Clan se marcharon con las manos vacías, al igual que Carlos Jean.
Quien no se esperaba tanto honor fue Rosendo. El roquero de Carabanchel hizo pleno en su género, el rock. Masculino singular y Veo, veo... Mamoneo, del ex líder de Leño, fueron escogidas como Mejor Canción de Rock y Mejor Album de Rock, respectivamente. "Todo un honor", como dijo el propio músico.
La gala, presentada por Sol Alonso y Javier Cansado, en compañía del "Premio" Pepín Tre, no estuvo exenta de reivindicaciones y las alusiones directas contra la guerra de Irak, el desastre el Prestige y la reforma de la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual. Comenzó con una tamborrada llevada a cabo por los Tambores y Bombos del Huerto de los Olivos de Teruel, que, junto a Carmen París, se encargaron de recordar que dicha provincia española "también existe" y que "España debería ser el nexo de unión entre Europa y la cultura árabe", según las propias palabras de la cantante aragonesa.
Por el escenario pasaron grandes artistas como Luz, que en su intrepretación de Dame un beso estuvo acompañada por Rosendo y Aurora Beltrán (Tahúres Zurdos). Amaral, por su parte, intrepretó junto a Juan Carlos Calderón la preciosa Rosa de la paz. Caetano Veloso (Premio Latino de Honor), a pesar de que estaba resfriado y algo afónico, dejó claro que es un gran artista. Luis Cobos y el director de cine Fernando Trueba (fan declarado del brasileño) le entregaron su merecido premio.
Miguel Ríos, que desde ayer pertenece al "olimpo de los elegidos", como dijo Teddy Bautista, recibió el Premio de Honor, una distinción que ya poseen artistas como Joan Manuel Serrat, Enrique Morente, Dúo Dinámico, María Dolores Pradera, Alberto Cortez y Paco de Lucía. El viejo rockero, que aseguró que después de recibir este galardón ya puede regresar a Granada, realizó una emotiva actuación junto a Manolo García. Ambos cerraron la ceremonia cantando Insurrección, uno de los temas más importantes de la carrera de El Ultimo de la Fila.
La velada, aunque en ocasiones fue algo pesada (como suele suceder en la mayoría de entregas de premios), tuvo lugar en un escenario espectacular que recreaba el cuadro Noctámbulos de Edward Hopper. Dos alturas, una larga barra del bar y un edificio en cuyos soportales estaba Carlo Coupé y su banda de jazz amenizando con un gusto exquisito la entrega de premios, fueron algunos de los aciertos del show.