Nuevos secretos sobre viejas historias
La banda demostró que su estilo de siempre tiene cabida en los gustos de una nueva generación
Alvaro Urquijo y los nuevos Secretos (nuevos únicamente porque falta una pieza irretornable que es Enrique), fueron los protagonistas de un Concierto Básico en el que la esencia de una de las bandas más representativas de la escena musical española de los años 80, se dejó sentir a borbotones entre temas de siempre y presentación de algunas canciones de nuevo cuño (la banda grabó el pasado año el primer disco de estudio sin el mayor de los Urquijo: Sólo para escuchar (2002). El trágico suceso ya se ha superado y ahora ha llegado el momento de demostrar que aún quedan secretos por revelar.
Guitarra en mano y con muchas ganas de encontrarse cara a cara con su público, Los Secretos disfrutaron e hicieron disfrutar con una actuación que comenzó con un llamamiento a la paz y recordando, como lo harán siempre, a su ex líder Enrique. Con el permiso de los grandes éxitos del grupo, los primeros acordes de la noche fueron los de Cada día, una de las canciones de su último álbum.
Se rompió el hielo con este nuevo tema coreado y aplaudido como si se tratara de un gran éxito, y el mismo Alvaro se curó en salud y prometió que habría también espacio para los viejos temas de la banda, sobre todo para ?poder salir vivos? de la sala, como él mismo bromeó. Es lo que tiene haberse convertido en un grupo de culto. Estaban en su salsa y se notó. Solo hay una explicación para 23 años de carrera: hay un público fiel que les ha seguido todos estos años.
Público que creció con la música de este grupo muy de fondo y otros para los que la sus canciones conforman la banda sonora de los mejores años de su vida, aplaudieron y corearon con igual intensidad los temas nuevos y los viejos. De bien nacidos es ser agradecidos, así que la actuación siguió su curso con un guiño a los allí presentes por estar siempre a su lado, al lado de Los Secretos. Otros sin embargo les siguen desde hacen menos tiempo, pero su presencia en el concierto era bastante numerosa. Jóvenes de no más de veinte, en su mayoría público femenino, mientras que los fieles de toda la vida ocupaban un discreto segundo plano repasando los momentos vividos al compás de las canciones de Los Secretos.
Y llegaron los caprichos. El tema favorito de Alvaro, Quiero beber hasta perder el control, Y no amanece, Te he echado de menos, que fue la primera canción que grabaron en estudio tras la desaparición de Enrique, la alegoría de las malas chicas Buena chica o Cambio de planes.
No es de extrañar que el público se transportara a los años 80. Tan sólo hubo tres toques de atención para recordar que Los Secretos tienen nuevo disco en el mercado. Uno de ellos fue la versión del tema de Jackson Browne Como un corazón, y el otro, el primer sencillo de su último trabajo: Cada vez que tú me miras. Discretos y sencillos como marca la denominación de origen se despidieron en los bises con un agradecimiento en forma de canción: Gracias por elegirme, revelando uno de los secretos más confesables del grupo: que los compases del tema Déjame serán siempre el buque insignia de la banda, los nuevos Secretos que han renovado temario con el permiso de sus historias de siempre.